Angel Acedo dirigía cinco empresas que facturaron al menos dos millones de euros al Ayuntamiento de Mérida cuando era alcalde su hermano Pedro Acedo. Lo hacía a pesar de que no figuraba como fundador, socio o administrador, y para ello utilizaba "hombres de paja", personas de su confianza a las que convencía para ocupar estos puestos aunque su función se limitaba a una cuestión meramente formal, pues no asumían ningún tipo de intervención ni participación en la sociedad.

Así se desprende de la declaración de una testigo ante el fiscal instructor de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma que ha iniciado las diligencias previas correspondientes a la denuncia presentada por el PSOE de Mérida contra 36 personas, entre ellas el exalcalde y candidato del PP en las elecciones municipales en la capital extremeña, Pedro Acedo. El fiscal, tras estudiar la denuncia junto a la documentación y las declaraciones de tres testigos, ha remitido a un juzgado de Mérida el asunto para que proceda a incoar las actuaciones penales correspondientes, tras detectar indicios de prevaricación, fraude, negociaciones prohibidas a los funcionarios y cohecho.

La testigo, compañera del propio Angel Acedo en el Departamento de Derecho Civil en la Universidad de Extremadura desde 1994 y militante del PP desde hace más de 20 años, relata en su declaración, a la que ha tenido acceso este diario, que conoció tras una conversación con un notario de Mérida la existencia de "empresas pertenecientes en realidad a Angel Acedo y dirigidas y controladas por él, pero que para evitar que apareciese su nombre en las mismas dada su finalidad de facturación con el ayuntamiento del que era alcalde su hermano, se habían constituido con amigos suyos y personas directamente relacionadas con él, siempre para evitar que el señor Acedo apareciese como socio o administrador de las mismas".

Y explica su experiencia, que se inicia cuando el abogado le pide en el 2002 el "favor personal" de "figurar como socio y fundadora de una sociedad limitada dedicada a labores de asesoría jurídica" --esta sociedad, Selex, facturó 304.000 euros entre 2003 y 2005 a la Empresa Municipal de Transportes y a la Gerencia de Urbanismo--, y que la razón de que no pudiese figurar Acedo como integrante de la misma se debe a que "no era conveniente en modo alguno que apareciese su nombre por ninguna parte".

La testigo señala que accedió tras ser requerida insistentemente y tras conocer que también figuraría como socio otro compañero del departamento, Manuel Peralta, amigo personal y socio del bufete de Angel Acedo. Peralta también fue socio fundador de Culturex, otra de las empresa incluidas en la denuncia del PSOE, creada expresamente para la gestión de los fondos Interreg, y que recibió más de 714.000 euros del ayuntamiento.

EN LA NOTARIA La constitución de Selex se realizó con la firma de las escrituras en octubre del 2002 en una notaría de Mérida, en un despacho en el que además de ella y Peralta, como socios, otra persona que ejercería como administradora, y el notario, se encontraba también el propio Angel Acedo.

En su relato ante el fiscal subraya que desde aquel momento no volvió a saber nada de la sociedad hasta el verano del 2004. El detonante fue el escándalo de las fotografías de índole sexual del verano del 2004, robadas de un ordenador propiedad de Angel Acedo, y que según ha podido saber este periódico pertenecía a la empresa Selex. En ese momento le pide a Acedo que haga desaparecer su nombre de la sociedad, a lo que éste accedió, no sin algunas complicaciones.

Señala que no volvió a saber más del asunto hasta conocer por las informaciones publicadas en febrero de este año sobre Selex y otras empresas como Brachtoon o Diversity Treading de las que poco o nada se sabe, salvo que siguieron los pasos de la primera en los cobros al ayuntamiento. Preocupada por las consecuencias que le pudiera acarrear su participación en la constitución de la sociedad, se pone en contacto de nuevo con la notaría para comprobar si recordaba los detalles en los que se había producido aquella constitución en 2002 y su posterior venta de participaciones en 2004.

El notario, según el relato de la testigo, no solo recordaba estos detalles, sino que le constaba que lo ocurrido con esta sociedad se había repetido con otras como Telemérida o Culturex.

Según otro de los testigos que han declarado ante el fiscal, y que ratifica la versión de la anterior, es el propio notario el que utiliza la expresión "hombres de paja" al referirse a las personas utilizadas por Angel Acedo para constituir empresas que posteriormente controlaba, evitando así que apareciese su apellido al ser su hermano el alcalde.