Los restos de lo que quedaba del bar Nerea, junto a la antigua barriada de La Paz, un inmueble frecuentado por drogadictos hasta que sufrió un incendio, y que después se utilizó como lugar de refugio de toxicómanos, fue derribado ayer a primeras horas de la mañana.

Los costes de la demolición han corrido a cargo de los propietarios de la parcela, de 113,70 metros cuadrados, situada en la confluencia de las calles Camino de la Magdalena Aragón y Murcia.

El ayuntamiento dictó una orden de derribo del local ante una denuncia efectuada el pasado mes de mayo por la comunidad de propietarios de la Parcela F del proyecto Mérida Tercer Milenio y vecinos de la zona. El 15 de julio, a los dueños del solar se les dio un mes para que derribaran lo que quedaba del bar o reahabilitaran el inmueble.

Pasado este plazo, y ante la pasividad de los propietarios, la Delegación de Urbanismo dictó la citada orden de derribo, pero el 12 de septiembre los dueños manifestaron su voluntad de proceder a la demolición, que se ejecutó ayer.

En la misma manzana donde estaba situado el local, donde hasta la semana pasado estuvo interviniendo la Policía Nacional identificando toxicómanos, hay dos centros escolares.