Todos los quioscos de prensa y chucherías y las churrerías de la ciudad deben adaptarse a la nueva normativa aprobada por el ayuntamiento que regula este tipo de instalaciones. Se han establecido dos zonas, una para las calles del centro, y otras para las barriadas, con el objetivo de ofrecer una imagen homogénea, y de dotar estas instalaciones con las infraestructuras mínimas, como pueden ser una chimenea, instalación eléctrica y alumbrado, en el caso de las churrerías.

Aquellas dependencias que ya cumplan con los requisitos que recoge la norma no tendrá que hacer inversión alguna. El resto tendrán un plazo de seis meses para adaptarse para mantener la concesión que les permite continuar con su actividad.