El Archivo Histórico de Mérida nos descubre la vinculación de Tomás Lancho Sánchez con Mérida.

Hay un familiar suyo, Tomás Lancho Calvo, que llega desde Cañaveral a Mérida, y sin posibilidad de confusión en el segundo apellido, ya que aunque nació el mismo año 1859, viven en la misma calle San Francisco, número 4. Ambos casados, industriales y de Cañaveral, donde el apellido Lancho es muy común. Pero Lancho Calvo, según la documentación encontrada, llega a Mérida en 1879. Y Tomás Lancho Sánchez, en una certificación el secretario del Ayuntamiento de Mérida, Manuel Grimaldi Boullosa, "siendo vecino de Mérida hace hoy cuatro años", y esta certificación la firma el 20 de mayo de 1891, es decir, llegó en 1887.

Hay años que faltan en el Archivo Histórico pero con la ayuda de José Antonio Peñafiel y con muchas horas de investigación, hemos ido descubriendo la historia de este personaje.

El 15 de mayo de 1891, en las elecciones para concejales de Mérida, se presenta y entre los once electos sale en quinto lugar, a muy poca distancia del primero. Se nombra alcalde por votación entre los concejales. Sale Antonio Murillo de la Cueva. Curiosamente, de los concejales que menos votos sacaron. Desde 1891 hasta 1909 estuvo como concejal de la ciudad. Nada menos que diecinueve años ininterrumpidos.

MASONERIA Tomás Lancho perteneció a la Logia Masónica Emerita Augusta desde el año 1888 a 1897 con el símbolo de Futon. Ingresó en la masonería el 24 de junio de 1888 y obtuvo varios cargos, entre otros el de tesorero. En 1893 se le nombra venerable y en 1897 primer vigilante. Perteneció como vocal del comité del centro republicano de Mérida y de la Junta provincial. Era republicano centrista, según los datos que hemos conseguido del artículo de Francisco López Casimiro Masonería y republicanismo en la baja Extremadura .

A esta logia masónica pertenecía su entrañable amigo, y compañero de partido y concejal de la corporación municipal emeritense, Eugenio Macías Rodríguez.

Como dueño del comercio de ultramarinos La Verdad, en la calle San Francisco número 8, era la rebotica de la intelectualidad de la época. Allí se gestó la Asamblea Local de Cruz Roja siendo su primer tesorero, las ayudas a los repatriados de Cuba y Filipinas y acuerdos que posteriormente trasladaba a la corporación municipal, donde los presentaba para su aprobación.

El primer anuncio del ultramarinos se hace en el semanario El Emeritense de 1890. Pero donde estuvo desde el primer número hasta su cierre definitivo (1897-1905) fue en el semanario La República, cuyo dueño era su amigo Eugenio Macías.

Tomás Lancho Sánchez estuvo siempre en la brecha de todos los acontecimientos sociales y culturales de la ciudad. Aquí nacieron sus hijos, nietos y un biznieto, Ignacio Sánchez Amor, que nació en Cáceres. Hoy es Vicepresidente de la Junta de Extremadura y Secretario General del PSOE en Mérida. Ha seguido el camino político de su bisabuelo.

A pesar de sus creencias, Tomás Lancho era muy amigo de los Pacheco y Lerdo de Tejada, hasta el punto que al morir Alonso sacaron el féretro Tomás Lancho y Eugenio Macías, con otros compañeros y amigos, como demostración de su amistad.

Nos queda el capítulo de la constitución de la Cruz Roja, ayuda a los repatriados de Cuba y Filipinas y su actuación como concejal republicano en determinadas sesiones de este municipio.