La petición de los comerciantes de la calle Berzocana para que esta vía se cierre al tráfico de vehículos está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. Mañana lunes se celebrará una reunión en la que la Delegación de Tráfico del ayuntamiento planteará a los comerciantes y a los vecinos afectados una propuesta encaminada a la reordenación del tráfico de la zona, con el fin de buscar una solución "global y consensuada" al asunto.

A la cita están llamados también los comercios de las calles Manos Albas, Dávalos Altamirano y Romero Leal, que suman una treinta de establecimientos, así como los vecinos de estas vías y de San José, desde la que se accede a Berzocana por Sagasta.

Los comerciantes consideran que el paso de vehículos por esta calle resulta "peligroso" para los peatones, según indica uno de los principales impulsores de la medida, Santiago Lavandeira, de la tienda de alimentación El Gallego. Esta calle dispone de plataforma única, por lo que debería favorecer la convivencia de coches y personas. Sin embargo, en algunos puntos la calle se estrecha tanto que dificulta el paso de ambos al mismo tiempo, especialmente si el peatón empuja un carrito de bebé o si se trata de una persona que se mueve en silla de ruedas.

La Asociación de Comerciantes de Mérida apoya la peatonalización de esta vía. En opinión de su presidente, José Sánchez, la medida mejoraría la oferta a los ciudadanos que se desplacen al centro para hacer sus compras. Este colectivo es partidario de abrir cada vez más "el abanico" de las calles peatonales en el centro de la ciudad.

VARIAS FORMULAS Sea cual sea la propuesta que finalmente salga elegida tendrá que tener en cuenta las necesidades no solo de los comerciantes sino también de los residentes, puesto que en la calle San José hay garajes. También se deberán poner sobre la mesa las tareas de abastecimiento de los propios negocios.

En cuanto a las fórmulas que se puedan aplicar, se ha planteado la instalación de un bolardo automático en la entrada de San José, aunque otra posibilidad podría ser la colocación de una cámaras de videovigilancia, un sistema que ya se está implantando en otras zonas de la ciudad --como ha informado este diario--, como el entorno de la Asamblea y la Puerta de la Villa. Las cámaras analizan las matrículas y distinguen los autorizados --vecinos, repartidores, servicios públicos-- de los que no lo son. En este caso la cámara fotografía la matrícula y cursa la correspondiente denuncia.