El servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Mérida está dejando de percibir en los últimos meses más de 20.500 euros en concepto de sanciones de tráfico por no localizar a los infractores, que no ejecutan los correspondientes avisos notificados al último domicilio conocido que obra en poder del consistorio. Algunas de las notificaciones a este respecto publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Badajoz datan de agosto del pasado año, y las multas que se les reclaman oscilan entre los 90 euros y los 450, según el tipo de infracción de tráfico que hayan cometido.

En todos los casos se trata de resoluciones firmes por vía administrativa, para las que cabe interponer recurso contencioso ante el juzgado acreditado para ello en Mérida en el plazo de dos meses desde que le es presentada la notificación. Además, en la comunicación se les advierte que las multas pueden ser abonadas voluntariamente en 15 días y que, de lo contrario, su exacción se llevará a efecto por el procedimiento de apremio. Asimismo, se les avisa de que si en 15 días el conductor no comunica sus datos puede ser sancionado por una falta muy grave, con una cuantía mínima de 310 euros.

Todas estas referencias aparecen recogidas en el BOP del día 25 de mayo.

A este respecto, el delegado de Tráfico, José Fernández, reconoce que hay ciertas dificultades para que algunos infractores abonen las multas y que en los casos necesarios se va a la vía del Contencioso.

PERDIDA DE PUNTOS Y es que basta un dato para saber el alcance de las infracciones de tráfico en la ciudad. Cada mes, la policía local interpone denuncias que cuestan la retirada de 90 puntos a los conductores, con una sanción media de 150 euros por denuncia.

Además, el pasado año los conductores de coches y motos perdieron más de mil puntos del carnet de conducir por alguna infracción. La mayoría de ellas son por no llevar el casco al conducir una moto, así como los estacionamientos en lugares indebidos (sobre todo pasos de peatones), y por utilizar el teléfono móvil mientras se conduce. Todo ello pese a las campañas de tráfico que hace la policía.