La celadora del hospital de Mérida María del Carmen Roldán sufrió el pasado viernes una agresión por parte de tres mujeres de etnia gitana cuando les indicó que abandonaran las instalaciones porque la hora de visita había terminado. En declaraciones a Europa Press Televisión, la agredida señaló que estas mujeres estaban visitando a un enfermo, la insultaron, le pegaron puñetazos y patadas en la cara y las piernas y la arrastraron por el pasillo del hospital por los pelos hasta que sufrió un desgarro en el cuero cabelludo. Ahora presenta contusiones en la cabeza y el tobillo y se encuentra "muy mal" psicológicamente.

Asegura que tras amenazarla de muerte, procedieron a pegarle hasta que el resto de trabajadores intervino. Ahora dice "sentir pánico", porque las mujeres, que están en búsqueda y captura, pueden volver y no hay agentes que garanticen la seguridad. A este respecto, los celadores del centro denuncian la "inseguridad" con la que trabajan.

Además, la agredida dice sentirse "abandonada", ya que tardó más de una hora en ser atendida, no le hicieron radiografías, y ningún responsable del centro se ocupó de su traslado a casa.