El concejal de Nuevas Tecnologías de Mérida, Julio César Fuster, reiteró ayer que los incidentes ocurridos el 31 de agosto y 3 de septiembre en los equipos informáticos de la Gerencia de Urbanismo fueron un "sabotaje" porque se hizo de manera mal intencionada y anunció que las conclusiones de la investigación estarán listas la próxima semana.

Según explicó, el ayuntamiento dispone de un informe interno de lo que ocurrió y, en estos momentos, se está viendo qué personas instruirán el expediente informativo que el consistorio va a presentar. Además, el ayuntamiento ha contactado con empresas que auditen la seguridad de la telemática de la institución.

Tras las declaraciones que hizo el miércoles el Grupo Municipal Popular, en las que acusaba al concejal y a la portavoz del equipo de gobierno, Ascensión Murillo, de "irresponsables" por lanzar sospechas de que se haya producido un sabotaje, señaló que esta palabra designa un hecho que puede ser constitutivo de delito y que ha sido realizado de forma malintencionada. En este sentido, aclaró que lo que ocurrió en el sistema operativo se hizo "con mala intención para que el sistema no funcionara".

Fuster indicó que habrá que preguntarle al PP porqué no ha actualizado durante años todo el sistema informático del ayuntamiento, ya que, según señaló, el sistema PIC que se usa en Urbanismo tiene treinta años de antigüedad y está "obsoleto", y dijo desconocer con cuántos recursos tecnológicos cuenta el consistorio.