La junta local de gobierno ha paralizado la formalización de un convenio, gestado durante la anterior legislatura, por el que se permutaban 52.200 metros cuadrados, de un particular, por suelo urbano que cedía el ayuntamiento. Hasta ahí estaba todo correcto, la sorpresa saltó cuando comprobaron la documentación, ya que de esa cantidad, 6.600 metros cuadrados son de un tramo de la cañada real, que es un bien público, y 16.700 metros cuadrados son suelo rústico, que no se puede cambiar por suelo urbano.

El cambio se iba a hacer por dos parcelas en Las Abadías (junto a Mercadona), otras dos frente al cementerio y una en el corralón de Blanes, en la calle Almendralejo.

Así lo afirmó ayer la concejala de Urbanismo, Estrella Gordillo, quien explicó que del aparcamiento del ferial se pueden permutar dos parcelas, una de 20.500 metros cuadrados y otra de 8.400, por ser de sistemas generales, pero no se pueden cambiar ni los terrenos de la cañada real ni el suelo rústico, en este último caso por la diferencia de precio por el metro cuadrado.

Los terrenos eran propiedad de la familia García de Blanes y los compró Gonzalo García de Blanes, exconcejal del PP, que a su vez la vendió a tres empresas, que posteriormente se funden en una cuyo titular es el empresario Roberto Vázquez y al que García de Blanes le vende también su parte.

Gordillo explicó que se han reunido con Vázquez, al que le ofrecieron la posibilidad de formalizar el convenio, pero solo permutando dos parcelas, la de 20.500 y 8.400 metros cuadrados, dejando fuera la cañada real y el suelo rústico, a lo que se negó, por lo que es probable que el asunto termine en los tribunales.