El vandalismo callejero en la ciudad supone un gasto anual para el ayuntamiento de 120.450 euros, lo que supone un coste de 330 euros diariamente.

Según datos del consistorio emeritense, la reposición de las lunas rotas de las marquesinas de las paradas de autobuses tiene un coste de 1.100 euros al mes, lo que se traduce en 13.200 euros anualmente.

Asimismo, la restauración del mobiliario urbano genera un gasto de 150.000 euros al año, de los que 800 euros corresponden a cada farola o cada naranjo que se rompe.

Ante estas cifras, las Concejalías de Medio Ambiente y Juventud pondrán en marcha, a lo largo de este curso académico, la segunda edición del programa Civitas, de concienciación y educación cívica en el respeto al medio ambiente dirigido a los escolares de la ciudad.

De este modo, seis centros escolares de Mérida participarán en esta segunda experiencia, que tiene como objetivo central el logro de la concienciación de los ciudadanos, especialmente de las generaciones más jóvenes, en el correcto uso de los espacios comunes de la ciudad y en la preservación del entorno urbano.

Igualmente, el programa prevé organizar un congreso de agentes cívicos, que se celebrará en vacaciones de Navidad, dirigido a los niños participantes en las dos ediciones de Civitas.