El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, inauguró ayer la dotación tecnológica de la nueva Unidad de Biología Molecular del Hospital de Mérida, que permitirá realizar diagnósticos de determinadas enfermedades que tienen un origen genético, hereditario o que son consideradas como raras, y en la que se han invertido 240.000 euros.

Al acto asistieron además el director institucional de Caja Duero, Luis Hacha, el jefe de servicio de análisis clínicos, Arturo Fernández y multitud de trabajadores del centro.

Esta actuación forma parte de un proyecto regional de la consejería que tiene como objetivo ser "más autosuficientes y poder realizar las pruebas de este tipo dentro de Extremadura". Así lo señaló Vara, aunque reconoció que habrá muestras que habrá que seguir haciendo fuera de la comunidad "por razones de calidad y de población", explicó.

Afirmó, además, que incorporar la biología molecular era un objetivo en Mérida desde que se puso en marcha la unidad de diagnóstico clínico de referencia regional en el complejo hospitalario de Badajoz hace años.

Señaló que la dotación, puesta a disposición de los clínicos, permitirá anticipar los diagnósticos, y recordó que como en la actualidad se conocen las causas de muchas enfermedades "debe realizarse un diagnóstico precoz, para actuar pronto y evitar complicaciones futuras".

La dotación en tecnología se ha realizado a través de un convenio firmado en el 2006 entre FundeSalud y la Obra Social de Caja Duero, que permitirá la confirmación del diagnóstico más preciso y rápido, pero también ahondar en la investigación de enfermedades de este tipo, paliando sus consecuencias.