Los vecinos de la barriada Jardín de Mérida, ubicada junto al cementerio municipal y donde residen unas 600 familias, han denunciado la falta de presión del agua, que les impide en ocasiones ducharse con normalidad. Por ello, van a pedir al ayuntamiento y a la empresa Aqualia, adjudicataria del servicio del agua, que "dejen de cobrar a estos vecinos la tasa incluída en el recibo del agua como servicio, que se suponía debería ir para mejorar el mismo", manifestó ayer el presidente de esta asociación de vecinos, Rogelio Muñoz.

Los afectados aseguran que han mantenido reuniones tanto con el ayuntamiento como con la empresa adjudicataria, pero que los problemas de la presión del agua continúan sin resolverse, por lo que han decidido comenzar una serie de medidas, la primera, no pagar este servicio.

Estas viviendas comenzaron a construirse en 1997 y la zona no ha dejado de crecer, por lo que este problema se agrava, reiteró Muñoz, e "impide que los vecinos puedan ducharse convenientemente puesto que los calentadores no se ascienden correctamente por falta de esa presión".

El presidente de Jardín de Mérida insistió en que la empresa les ha reconocido que hace falta mejorar la infraestructura, pero "no se ha hecho nada".