La canción de Vicente Fernández sirve para comentar que vuelvo con mi Pecholata . Días pasados sacaba de la hemeroteca de EL PERIODICO más de 3000 columnas escritas (1989-2004). Si llego a esta cifra en esta segunda etapa, tenemos salud esta publicación y yo. A la política la han hecho profesión. Buen sueldo, sin oposiciones. No hay edad de jubilación. Hemos tenido y tenemos buenos líderes políticos. Ibarra, Vara y Monago.

Ibarra más de dos décadas en lo alto de la ola. Nadie de su entorno le cuestionaba lo más mínimo, mandaba en todos y todos le obedecían sin objeciones. Jubilado como profesor universitario, aconseja por su experiencia. A Fernández Vara le falta la chispa ibarrista . Su valentía está mostrada. No está de acuerdo con Rubalcaba, que piensa presentar una moción de censura al Gobierno y tampoco está de acuerdo con la postura con los socialistas catalanes. Bien, Guillermo.

José Antonio Monago no es presidente de la Junta de Extremadura. Es presidente del Gobierno de Extremadura, igual pero con matices. IU se abstuvo, que es lo mismo que le darle la Presidencia. Cayo Lara quería jamón de bellota y solo logró callos a la madrileña. Monago termina el bachillerato, se hace bombero, profesor de EGB, abogado (todo en Extremadura) y doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca con la máxima nota. Formado desde las bases del PP: concejal, diputado y senador. Presidente regional del PP desde 2008 y candidato a la Presidencia en 2011.

Ganó y le faltó un pellizco para el poder absoluto. Sabe dónde pisa y se reúne de vez en cuando con Ibarra. Le hace caso en lo que piensa que puede ser positivo. Le está saliendo Iván Redondo . Se deja aconsejar; después hace lo que le da la gana. Piensa remodelar el Gobierno. ¿Quién caerá? En las próximas columnas despejaremos esa y otras incógnitas. ¿Quién irá a la alcaldía de Mérida? Hay quien se postula. Monago me ha dicho que quien lo hace, termina friendo huevos fritos en casa.