Un sistema de calefacción se está imponiendo. Y lo hace por muchos motivos, pero sobre todo por su sostenibilidad y ahorro a largo plazo. La aerotermia está de moda y es una tecnología limpia. Los sistemas de aerotermia son, grosso modo, unas bombas de calor de última generación preparadas para generar refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente todo el año. El ahorro en la factura eléctrica puede significar hasta el 64% anual.

Emplea energía renovable y eso, sin duda, es un plus a la hora de decidirse por ella. Un equipo de aerotermia extrae la energía gratuita que hay en el aire del exterior del inmueble gracias a una bomba de calor inverter.

Los equipos de aerotermia emplean una bomba de calor especial aire-agua. El calor o el frío se ceden a un circuito con agua. Las bombas de calor de aerotermia están preparadas para funcionar en situaciones severas, tanto de calor como de frío.

Las tres cuartas partes de la energía de una bomba de calor de aerotermia son renovables y un cuarto es energía eléctrica, con lo que el ahorro es espectacular. Si esta última procede de generación fotovoltaica, todavía más. Los equipos tienen unidades de captación de energía del aire exterior que absorbe un refrigerante. Una unidad interna se enlaza con la exterior a través de tuberías de cobre.

El refrigerante circula por ellas como un gas y cede el calor condensado, que retorna a la unidad exterior en forma de líquido.

Todo ello debe comprimirse en un circuito cerrado con un compresor para aumentar la presión. Éste es el elemento que consume energía eléctrica. La aerotermia es perfecta para unifamiliares y edificios, siempre que dispongan de un espacio para la instalación de las unidades exteriores.

Muchas son las ventajas de la instalación de equipos de aerotermia. El primero, ya señalado, es que obtiene la mayor parte de la energía del aire, amén de su eficiencia y rendimiento. Otro punto a su favor es que pueden emplearse tanto para generar calor como frío. Además no genera ningún tipo de humo o de combustión. Su instalación es muy sencilla y, aunque en principio la inversión es mayor que en otros sistemas, en poco tiempo los equipos se amortizan. También es muy interesante que no requiera un depósito para almacenar el combustible, lo que sin duda mejora la seguridad. No depende de combustibles fósiles y las bombas de calor son silenciosas.

AUMENTO DE POTENCIA. En el lado negativo hay que señalar que en muchas ocasiones es necesario aumentar la potencia eléctrica para instalarla. En zonas extremadamente frías su rendimiento es menor y la necesidad de contar con una o varias unidades en el exterior puede hacer más engorroso su montaje.

Gracias a la aerotermia, la industria de la climatización ha conseguido avanzar hacia el equilibrio entre el bienestar y el respeto por el medio ambiente.