La constancia, el trabajo y no rendirse ante la adversidad tienen su premio. El pasado jueves El Arroyano (Herlusa) logró la Espiga de Plata del más prestigioso concurso de jamones ibéricos del país, lo que le convierte a su jamón ibérico amparado por Denominación de Origen Dehesa de Extremadura en uno de los mejores del mundo.

La diferencia con el jamón que obtuvo la Espiga de Oro, el primer premio, fue de tan sólo una milésima de punto. El Arroyano participa en este certamen desde hace doce ediciones 'batiéndose' el hierro con los mejores productores de jamón DOP Dehesa de Extremadura. La satisfacción en Vidal Julio Ramos, consejero delegado de la empresa es muy grande: "Participar cada año fue estimulante y eso nos llevó a cambiar estrategias y reorganizarnos para mejorar y llegar por fin a la meta. Como empresarios tenemos que estar reinventándonos y aspirar siempre a llegar a lo más alto. No podemos tampoco olvidar que somos una empresa agroalimentaria y que hemos llegado a la excelencia en un producto tan selecto como es el jamón ibérico", asegura.

Esta prestigiosa industria del porcino de Arroyo de la Luz se ha caracterizado siempre por la mejora constante de sus procesos productivos a través de programas de I+D+i. De hecho, actualmente trabaja en uno sobre la optimización del control de sal en los perniles, para intentar estabilizarlos con la menor cantidad de sal posible.

Vidal Julio recalca la apuesta de El Arroyano por la región y sus gentes, cristalizada en su amplio programa de Responsabilidad Social Corporativa, y subraya la precisión del Intaex, responsable de la cata, que llega a apreciar la calidad de las piezas presentadas al concurso con un margen de milésimas.