Relacionarse con las personas de la tercera edad puede no resultar fácil en ocasiones. ¿Sabrías qué principios hay que seguir para relacionarse correctamente con ellas? ¿Qué palabras o qué tono se deben utilizar? A continuación, recogemos algunas pautas que pueden ser de gran utilidad:

HÁBLALES DE USTED. El respeto es uno de los principios básicos para saber tratar a las personas de la tercera edad. Para ello, intenta dirigirte a ellos de usted o utilizando las palabras ‘señor’ o ‘señora’, aunque siempre puedes preguntarles antes qué trato les gustaría recibir.

AYÚDALES EN SU DÍA A DÍA. Con el paso de los años, las personas pierden equilibrio y facultades para realizar incluso las actividades más sencillas. Por ello, intenta mostrarles tu disposición para ayudarles en tareas cotidianas.

SÉ PACIENTE. Las personas mayores no tienen la agilidad de cuando eran jóvenes, lo que significa que se tomarán mucho más tiempo para llevar a cabo las tareas más simples. Es fundamental mostrarse comprensivo y ser paciente cuando, por ejemplo, tardan más en bajar del bus o del metro o, simplemente, al caminar por la calle.

PRESERVA SU IDENTIDAD. Respetar sus costumbres, hábitos e independencia, como que mantengan el control de su teléfono móvil, sus pertenencias personales, su correspondencia o su pensión les ayudará a preservar su identidad personal. Asimismo, es recomendable ofrecerles ayuda cuando la necesiten, pero siempre intentando que decidan por sí mismos.

HABLÁLES CON NORMALIDAD. Hay veces en las que las personas se dirigen a los ancianos con un tono de voz más alto de lo normal, gesticulando de forma excesiva o haciendo uso de términos muy simples.

AYÚDALES A SER ÚTILES. Conforme las personas crecen sienten una gran necesidad por sentirse útiles. Por esta razón, es recomendable incitarles a realizar actividades sencillas como llevar comida a una reunión o recoger a los nietos a la salida del colegio.

FOMENTA SU APRENDIZAJE. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, las personas de edad avanzada son capaces de obtener niveles de conocimiento iguales o incluso mayores que los de las personas más jóvenes si cuentan con una alta motivación para ello. Por ello, se aconseja animarles a llevar a cabo actividades que puedan resultarles gratificantes, como la pintura o el bricolaje.

EVITA SU AISLAMIENTO. Uno de cada tres ancianos españoles mayores de 85 años vive sólo en sus hogares, según el INE, lo que puede llegar a provocar sensación de aislamiento o depresión. Ante este caso, es fundamental fomentar las reuniones donde se agrupen personas de diferentes generaciones, favorecer el contacto con amigos y vecinos, recibir y realizar visitas y participar en actividades sociales para conocer a gente nueva.

FACILÍTALES EL ACCESO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS. Con el auge de las nuevas tecnologías, la brecha digital entre los denominados ‘millenials’ y el sector de la tercera edad se ha ampliado considerablemente en los últimos años. Sin embargo, con la ayuda de algún profesor o a través de cursos especiales para la tercera edad, pueden formar parte de ellas de una forma activa. Además, gracias a la telefonía móvil o al sistema de correo electrónico pueden ampliar relaciones y fortalecer su autonomía como personas independientes.

MUESTRA INTERÉS POR SUS VIDAS. Si alguno de tus familiares mayores disfruta de forma especial de algún pasatiempo, como caminar por la calle, jugar al bingo o viajar, ofrécete a acompañarle o a preguntarle por esas actividades. De esta forma le demostrarás lo mucho que estás interesado en todo aquello que es importante para él.