El momento del aseo e higiene personal puede convertirse en una tarea complicada, e incluso peligrosa, a medida que se pierde la movilidad y la autonomía como consecuencia de la edad. Sin embargo, cada vez son más los aparatos y productos que facilitan esta actividad diaria: las ayudas técnicas. Estos dispositivos de apoyo son instrumentos o sistemas diseñados especialmente para prevenir,compensar o disminuir una dificultad en el desarrollo de tareas cotidianas. Pero es importante destacar que cada persona necesita aquella que se adapte a sus necesidades, así como aprender a usarla correctamente. En ambas tareas el papel del ortopeda es fundamental.

EN EL BAÑO A la hora del aseo, la utilización de ayudas técnicas facilita la realización de las rutinas de forma independiente, preservando la intimidad y autonomía el mayor tiempo posible.Para hacer del cuarto de baño un lugar seguro y cómodo, es preciso:

--Utilizar sistemas antideslizantes tanto en el suelo como en los sanitarios.

--Instalar elementos firmes de apoyo, como barras y asideros, tanto en la bañera como junto al inodoro. Estos pueden ser abatibles y han de estar bien anclados.

--Aportar confortabilidad a los sanitarios (inodoro, bidé y lavabo). Para ello existen alzas para regular la altura, reposabrazos y otros elementos regulables en altura. Los inodoros actuales son, por lo general, demasiado bajos para las personas con dificultad para sentarse e incorporarse, por lo que los elevadores constituyen una ayuda imprescindible.

--Utilizar el inodoro de forma autónoma es importante, teniendo en cuenta lo íntimo de esta actividad, pero si existen problemas para desplazarse también pueden emplearse sillas con WC incorporado.

--Colocar un asiento en la ducha o bañera. Hay distintos tipos:

Tabla de bañera: Se apoya en los bordes de la bañera, fijándose por debajo al interior de la misma.

Asiento giratorio: Se apoya sobre los lados de la bañera y gira, quedando la parte frontal del asiento paralela al borde de la bañera. Puede tener reposabrazos fijos o abatibles para que la persona se agarre.

Asiento elevable: Funciona con batería recargable o con la presión del agua. Se fija con ventosas al fondo de la bañera y se eleva quedando a la altura del borde.

Asiento-banqueta: Dispone de dos patas con ventosas que se apoyan en el fondo de la bañera y de otras dos que apoyan en el suelo. La persona se puede sentar fuera de la bañera y se desliza sobre el asiento hasta quedar dentro.

Asientos fijados a la pared: Deben fijarse adecuadamente a la pared, por una persona experta. Tienen la ventaja de que ocupan muy poco espacio y si son abatibles, se pliegan para que otra persona use la ducha de pie. Necesitan estar a la altura adecuada, de forma que los pies se apoyen completamente en el suelo de la ducha para que la persona esté estable. Algunos modelos disponen de reposabrazos que aumentan la estabilidad.

Camillas abatibles: Quedan pegadas a la pared perfectamente cuando no se usan. Algunos modelos pueden regularse en altura para facilitar la labor del asistente y las transferencias.

Sillas y taburetes de ducha: Algunos modelos disponen de patas de altura regulable. Pueden tener reposabrazos.

Sillas de ducha con ruedas: Existen modelos bimanuales y otros para ser empujados por un asistente. Si se realiza una transferencia lateral, los reposabrazos deben ser abatibles o desmontables.

Algunos modelos tienen un asiento con agujero o con escotadura delantera o trasera para la higiene íntima y otros pueden utilizarse además en el inodoro. Deben usarse en espacios de ducha donde no haya escalón.

--Instalar grifos de uso sencillo, tipo monomando, con termostato y caño largo.

--Disponer de los útiles especiales adaptados, tales como esponjas o peines con mango telescópico, pinzas para enrollar el papel higiénico, orinales especiales, etcétera.

--Para vestirse y desvestirse, existen en las ortopedias pinzas de mango largo que facilitan el agarre de las prendas.

No hay que olvidar que todas estas ayudas técnicas están al servicio del usuario con necesidades especiales, por lo que debemos asegurarnos de que cumplen todos los requisitos de calidad exigibles a un producto destinado a la salud.

Los técnicos ortoprotésicos son quienes pueden asesorarte sobre los dispositivos que mejor se adaptan a tus necesidades, por lo consulta en una ortopedia autorizada la amplia variedad de productos a tu disposición.

La Asociación de Ortopédicos de Extremadura (Asoex) recuerda la obligatoriedad de que todos los establecimientos de ortopedia dispongan de licencia de establecimiento sanitario, y cuenten con un profesional ortoprotésico al frente del mismo para desarrollar su labor de servicio sanitario.