Las bodas también se adaptan a cada estación del año y con la llegada del otoño es aconsajeble introducir cambios acordes a esta estación del año. Es aconsejable aprovechar la gran belleza de los colores que aporta el otoño para introducirlos como elementos decorativos en el banquete; por ejemplo, en los centros de mesa: los reyes son los naranjas, calabazas, amarillos, verdes oscuros, rojizos, marrones y los crema para dar el toque de luz.

El portal especializado en bodas Bodas.Net apunta a otro elemento que aporta calidad y elegancia en la decoración, las velas, un gran aliado de los centros de mesa, de cualquir tamaño y color.

Las frutas también pueden dar un toque original a la decoración. Las naranjas, ya sean enteras o deshidratadas en rodajas, limones, peras, manzanas, calabazas. Tienen formas preciosas y algunas además desprenden un agradable perfume.

Los frutos como los arándanos rojos, las castañas, las nueces, las semillas y las setas combinados con otros elementos como el cristal, las flores o las velas darán un toque fresco al centro de mesa.

Según el portal especializado Bodas.net, las flores de otoño también pueden jugar un papel destacado. Los girasoles son muy vistosos y elegantes, las rosas y margaritas de distintos colores... Y no pueden faltar las hojas rojizas o marrones de los árboles o ramas de cerezo para dar el toque final.

Los centros de mesa recargados están desapareciendo poco a poco y dejan paso a otros más minimalistas que ponen la nota de color y de clase a la mesa sin por ello dejar de permitir la comunicación entre los comensales ni invadir sus fosas nasales de perfume que les impediría degustar la comida.

Otro factor importante para el éxito de una boda son las invitaciones. Las parejas que cuidan hasta el último detalle también tienen en cuenta la estación del año a la hora de elegir. Así, las bodas de otoño e invierno suele ser más formales ya que no pueden celebrarse al aire libre. Por eso, las invitaciones de boda invernales de esta época del año han de ser elegantes y de un estilo más clásico.

Los tonos blancos y crema son los grandes protagonistas. Son invitaciones más clásicas y elegantes, con pocos adornos, pero la tipografía y los materiales utilizados harán que tengan un estilo más formal, por ejemplo, o más romántico.

También hay que tener en cuenta la estación del año a la hora de elegir el ramo de novia y las flores y frutas de otoño con el complemento perfecto para una boda otoñal.