PRESIDENTE

DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

Mis primeras palabras tienen que ser de felicitación a todos los cacereños y a la propia ciudad de Cáceres por su veinticinco cumpleaños como Patrimonio de la Humanidad. Es el momento de refrendar el compromiso de responsabilidad para cuidar vuestra ciudad como hasta ahora, y que siga luciendo como el tercer conjunto monumental más importante de Europa.

Hay que entender la declaración de Cáceres Patrimonio de la Humanidad como algo más que un avance en la parcela turística. Es un nombramiento que redunda también en la propia ciudad cacereña, en sus ciudadanos y su entorno. Junto con Mérida y el Real Monasterio de Guadalupe, honrados también con el título de Patrimonio de la Humanidad, forma parte del gran tesoro cultural con el que cuenta Extremadura y que nos une a todos los extremeños por igual.

Cáceres tiene la responsabilidad de compartir con el resto del mundo su Ciudad Monumental. Una ciudad que maravilla y sorprende al que la visita, y que despierta la curiosidad de cualquier persona a la que le interese el arte, la historia y la cultura.

Pero esa responsabilidad de difundir nuestra cultura nos corresponde a todos de la misma manera. Valorar y dignificar nuestros tesoros a lo largo de los tiempos, es un ejercicio de compromiso y responsabilidad que este Gobierno no va a dejar de lado. Debemos conservar y proteger lo nuestro, lo que nos identifica, porque quizás mañana ya sea demasiado tarde.

Si este nombramiento como Patrimonio de la Humanidad supuso un empuje fundamental a una ciudad que ha conseguido hacer del turismo un eje vertebrador de su economía, tenemos la oportunidad de seguir aprovechándolo y convertir nuestra cultura en un aliciente más para mejorar el modelo socioeconómico de nuestra región.

Estamos en una situación económica sin precedentes en la que los extremeños debemos aportar lo mejor de nosotros mismos. Es el momento de pensar más en lo que nos une que en lo que nos separa. Tenemos que saber querernos y respetarnos, valorando lo que tenemos, porque ese es el primer paso para después traspasar nuestras fronteras.

Sintámonos orgullosos de ser extremeños, y hagamos que quienes no conocen esta tierra estén deseando conocerla. No se me ocurre mejor ejemplo que Cáceres para enseñarle al mundo todo lo que puede aportar Extremadura.

Desde el Gobierno de Extremadura, ya estamos trabajando y trabajaremos para que Extremadura no solo aparezca en el mapa territorial, sino también en un mapa cultural.

Podemos y debemos convertir a Extremadura en un lugar de referencia para el mundo de la cultura. Su pasado y su presente lo merecen, hagamos que también su futuro lo merezca.