Trujillo vuelve a convertirse el próximo Domingo de Resurrección en el máximo exponente de la alegría gracias a la Fiesta del Chíviri, que celebra la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Cada año cerca de 15.000 visitantes --aunque es difícil dar una cifra exacta-- acuden a la plaza Mayor de Trujillo para disfrutar de esta Fiesta de Interés Turístico Regional que comienza al mediodía.

El Chíviri es el colofón necesario y perfecto de la Semana Santa. Es una fiesta que celebra la Resurección de Jesucristo tal y como merece. Sin ésta toda la Pasión conmemorada los días anteriores no tiene sentido. El dolor y la honda devoción de la Semana Santa da paso a esta explosión de alegría que se impone tras los rigores de la liturgia. Tras el silencio llega la música y el baile como máxima expresión de la alegría. También hay quien considera que el Chíviri es una celebración de la primavera que se entremezcla con ritos paganos de recibimiento al buen tiempo y al inicio del ciclo de las cosechas.

Sea como fuere esta tradición se ha enraizado con la celebración cristiana, que ha añadido nuevos elementos en el transcurso de los años, pero siempre con un marcado sabor tradicional.

La seguridad es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento de Trujillo ya que se trata de una gran concentración de personas en la plaza Mayor donde se baila, se come y se bebe sin tregua al son de la flauta y el tamboril. Por ello está diseñado un dispositivo de 60 efectivos, en los que participa la policía local, Guardia Civil, Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia, Cruz Roja y Protección Civil, además del Puesto de Mando Avanzado del 112, que empleará una cámara periscópica para estar al tanto de todo cuanto sucede.

Al igual que en las últimas ediciones de la fiesta está totalmente prohibida la entrada de botellas y otros objetos de vidrio a la plaza, por lo que el empleo de la tradicional bota es la mejor solución para la ingestión de líquidos.

También habrá un control del público que acceda por la tarde por las calles adyacentes para evitar embotellamientos y aglomeraciones y que se cumplan los aforos. Si una de las calles se satura se cerrará al público.

Una parte de las asistentes al tradicional Chíviri a partir del mediodía lo hace vestida con el traje típico: refajo, chambra, pollera y pañuelo de mil colores. La música es una de las señas de identidad de esta fiesta, concretamente por la composición popular con letra del poeta local 'Goro': Trujillo por las Pascuas yo no sé lo que parece / Ay, Chíviri, Chíviri, Chíviri, ay, Chíviri, Chíviri, chon / que vienen los forasteros y se cuelan como peces. / Ay, Chíviri, Chíviri, Chíviri, ay, Chíviri, Chíviri, chon

No menos interesante es la programación musical. El sábado como prólogo al Chíviri la orquesta Pizarro a las doce de la noche hará bailar a todos. Es también la misma formación que al mediodía del Domingo de Resurección interpretará los temas tradicionales para que todos bailen. No obstante, la gran cita musical será a las siete de la tarde con el Festival Folclórico Chíviri, que celebra su trigésimo tercera edición con Muérdago Folk como formación invitada. Durante su actuación la música en los bares de la plaza no se permitirá.

Muérdago Folk conserva la música tradicional gracias al protagonismo que tiene el rabel en sus canciones tanto propias como recuperadas del folclore. Estas últimas están localizadas y recogidas en distintos trabajos de campo en todo el valle del Tiétar; toda la comarca de la Vera y todos los pueblos del Valle del Sur de Avila.

Tras el Chíviri, en Trujillo se celebra una romería, la Gira, que tiene su punto de encuentro en la Dehesilla, donde grupos de amigos cocinan frite de cordero con patatas.