La noche más especial para el empresariado extremeño tuvo como escenario un marco monumental. La plaza de Santa María registró un lleno absoluto -se rozó el medio millar de invitados- y el ambiente distendido pero a la vez solemne fue la tónica de la velada. La vigésimo cuarta edición de los Premios Empresario Extremeño del Año tuvo como maestra de ceremonias a Eva Soriano, que consiguió meterse al público en el bolsillo con sus monólogos e improvisaciones ocurrentes. Además de humor, hubo momentos también para la reflexión como el minuto de silencio en recuerdo de las 36.000 personas refugiadas con motivo del Día Mundial del Refugiado. Las campañas resonaron en toda la ciudad monumental en unos instantes de recogimiento por parte de los asistentes. La vigésimo cuarta entrega de los premios más importantes de la empresa extremeña fue doblemente especial para El Periódico Extremadura, ya que era la primera con la nueva etapa que se abre de manos de Prensa Ibérica. Su presidente, Javier Moll, ya adjetivó la jornada como «cita imprescindible para la economía y los negocios» y reiteró su admiración por la región. También recordó la historia de los Premios Empresario Extremeño del Año y las trayectorias de los que se han hecho acreedores del galardón tras 24 ediciones. Tras poner en valor el potencial de la región extremeña también reivindicó una buena red de transportes para la comunidad.

El director de El Periódico Extremadura recordó que en 2018 se han recuperado los niveles de crecimiento de antes de la crisis, pero también que la región sigue estando por debajo de la media nacional en cuanto nivel de riqueza.

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, que realizaba su primera intervención pública como tal, apeló al reto de Cáceres de «crecer sin perder identidad».

A lo largo de la velada fueron subiendo al escenario a recoger el galardón las empresas y los empresarios premiados. El Premio Especial, correspondió al CP Cacereño. Su presidente Carlos Ordoñez, dedicó a jugadores, presidente y entrenadores la estatuilla. La Joven Promesa, Olga María García, no pudo recoger en persona el premio por estar trabajando en Hamburgo, pero envió un emotivo video en el que agradecía a todos el reconocimiento, especialmente a su madre y a sus profesores.

El gerente de Nova Toma, Jesús Martín, que recibía el premio a la Promoción de Extremadura, recordó la importancia de la «difusión de la naturaleza y la caza para frenar la despoblación en el mundo rural».

Los dos emprendedores fundadores de Gloval Services, Antonio Jesús Vicente López y Álvaro Tomás Pérez, extendieron el reconocimiento como Mejor Pyme a sus numerosos empleados.

Silvia Martín Serrano, gerente de varias clínicas dentales y de una empresa de suministros en este campo, dedicó el premio a su marido e hijo.

Alfonso García Cobaleda, ganadero, de Carnes de la Sierra, premio a la Empresa Agroalimentaria, fue objeto de las bromas de la presentadora, en concreto por el nombre de las hamburguesas que se elaboran la carne de sus bueyes.

Por su parte, Manuel Marín, Empresario del Año puso el acento en la importancia de la empresa familar en la región. Finalmente, el reloj Oris de Joyería Jambor correspondió a Javier Romero, tras varios sorteos sin ganador.