-Es usted presidente de CIBEX, el más ambicioso proyecto empresarial actualmente en Extremadura ¿qué circunstancias han concurrido para que esto sera así?

-Bueno, realmente soy “presidente accidental” de CIBEX. Queríamos que fuese un presidente de una empresa extremeña, que viviese en Extremadura prácticamente todos los días del año, y que fuese el presidente de las empresas participantes….y por unanimidad se decidió que fuera yo. Es decir, que soy uno más de CIBEX pero que por una serie de circunstancias de cercanía la presido. Pero el órgano de gobierno colegiado lo formamos las siete empresas participantes, y nos reunimos prácticamente cada 15 días. Es un esfuerzo personal enorme para la mayoría ya que viajan desde Canarias, Burgos, Logroño o Soria; más aun teniendo en cuenta que el órgano de gobierno está representado por los máximos responsables de cada una de las empresas participantes. Que refleja la gran ampliación de todos en el proyecto.

-¿Cómo surge CIBEX?

-CIBEX surge en primer lugar por una necesidad regional. Extremadura no puede ser la primera productora nacional de cerdo ibérico y no tener mataderos y salas de despieces suficientes para procesar esta excelente y apreciada materia prima. Esto ha sido una realidad histórica que ha castigado a las empresas -tanto industriales como ganaderos- extremeñas del sector, ha dificultado que se creen nuevas industrias y este hecho ha contribuido a que nuestro PIB regional sea bajo y nuestro nivel de paro alto.

En segundo lugar, las empresas que estamos participando en CIBEX teníamos la necesidad concreta de un potente matadero y salas de despiece y servicios auxiliares (gestión de subproductos, congelación) que nos permita exportar a todos los mercados del mundo (homologaciones); que requieren unos estándares altísimos de sanidad, respeto al medio ambiente y seguridad alimentaria, y unos costes operativos bajos. Pronto nos dimos cuenta que solos no podríamos abordar este ambicioso proyecto y decidimos unirnos y agrupar esfuerzos para combinar capacidades. En estos dos últimos aspectos hemos sido extraordinariamente exitosos ya que hemos conseguido unas importantes sinergias empresariales y la creación de un equipo de gobierno tremendamente eficaz.

No obstante el proceso ha sido lento, y desde las primeras conversaciones hasta hoy han pasado más de dos años. Esto que por una parte es mucho tiempo, sin embargo nos ha permitido que el proyecto hoy sea más sólido, este todo más justificado y estudiado y además desde el punto de vista financiero lo hemos reforzado y es mucho más solvente.

En el proyecto de CIBEX que hemos presentado ya oficialmente a la Junta de Extremadura (24/05/19) y al Ayuntamiento de Zafra tanto para conseguir los permisos necesarios y solicitar las ayudas destinadas a incentivos agroindustriales, estimamos una inversión directa en millones de 18 € una primera fase en la que vamos a hacer un gran matadero entre varias industria pero abierto a que puedan utilizarlo tanto otros industriales y ganaderos de la Región como de las limítrofes.

-¿Apoyó la Junta está iniciativa?

Bueno, te diría que desde el principio sí, pero luego surgieron los problemas, los diferentes servicios o departamentos de la Administración empezaron a buscar pegas, y cuando uno busca pegas siempre las encuentra, lo que para un departamento era una ventaja para el otro un problema. Además muchos ayuntamientos nos ofrecían la posibilidad de instalarlo en su término municipal sin tener terrenos, accesos adecuados, planes urbanísticos previstos, electricidad o gas a pie de parcela… es decir, mucho voluntarismo pero sin las adecuadas infraestructuras. Esto nos llevó un poco a la desesperación, y a los que no eran de Extremadura a sopesar otras ubicaciones sin tantas trabas. No obstante, cuando ves lo que tienes a tu alrededor te das cuenta que Extremadura no solo no está mal sino que es un magnífico lugar para invertir. En ese momento nuestro Presidente Guillermo Fernández Vara, mirando al largo plazo y sabiendo las ventajas que generará CIBEX al conjunto de la Región, y sobre todo al sur de Badajoz, reunió a su equipo de gobierno y les dijo que buscasen soluciones a todas las pegas imaginables que existiesen. A partir de ese momento hemos notado un impulso tremendo dentro de la Administración. Por la importancia de su repercusión en medio ambiente, urbanismo, ayudas europeas y sanidad animal, la consejera de Agricultura, Begoña García Bernal ha tenido un papel muy importante; afortunadamente para todos, yo le he conocido dos grandes virtudes: es entusiasta y es muy trabajadora. También el D.G. de infraestructuras José Luis Andrade ha sido tremendamente eficaz en mejorar la infraestructura existente. Por otra parte, tanto la colaboración del Ayuntamiento de Zafra (alcalde y técnicos) como el de Alconera (otra posible y cercana ubicación) ha sido total, ¡y cuando digo total es total!

-¿Qué industrias fueron las primeras en sumarse?

-En Señorío teníamos la máxima convicción y necesidad de adecuar nuestras instalaciones para ser más competitivos y poder abarcar aquellos mercados a los que no podíamos acceder por la configuración de nuestra industria. Pero nos dimos cuenta de la necesidad de generar un volumen suficiente que asegurara la viabilidad del nuevo proyecto. Nos pusimos manos a la obra en la búsqueda de alianzas y para esto, recurrimos a Ibérico de Comercialización (con sede en Mérida) y dedicada a la comercialización e industrialización de porcino ibérico y vacuno y que es la mayor empresa ganadera de ibérico de España. Desde Ibercom se pensó desde el primer momento en industrias con las que colaboraban y que podían tener las mismas necesidades que Señorío de Montanera. Una de las primeras llamadas realizadas fue a Industrias Cárnicas Villar, y antes de empezar a hablar sobre el tema, fue la propia I.C. Villar la que nos planteó una idea que tenía en común con Argal (Estirpe Negra). En ese momento le trasladamos que junto con Señorío de Montanera, ya teníamos un primer plan de negocio para esa idea común, por lo que la primera reunión de los 4 no se hizo esperar, y rápidamente comenzamos a desarrollar el proyecto. En cuanto se empezó a conocer la noticia de la alianza, muchas otras industrias se interesaron por participar en el proyecto. Montesano y Alejandro Miguel se incorporaron rápidamente al proyecto, gracias a las buenas relaciones con el resto de participantes, y a la buena reputación de ambas empresas en el sector. Campofrío, a pesar de su gran interés, tardó algo más en incorporarse por su configuración de multinacional que ralentizaba sus actuaciones. Algunas otras posibles incorporaciones se desecharon, otras no acabaron de confirmarse y algunas todavía están con ganas de participar, pero unas vez alcanzado el volumen suficiente decidimos avanzar en el proyecto y dejar en stand by las posibles nuevas incorporaciones. Entre todos hemos elaborado un muy buen proyecto de matadero y sala de despiece asociada; con una gran proyección de posteriores ampliaciones si fueran necesarias. Todos ellos han resultado ser como apunté antes unos socios modelo.

-¿Por qué ha costado poner en marcha un proyecto tan necesario para el sector ibérico de Extremadura?

Bueno, esta actividad es privada, la intervención de los poderes públicos hoy es solo tangencial, y en Extremadura había mucho individualismo, y poca internacionalización, además de una estructura financiera de las empresas débil durante los años de la crisis. Ahora la situación es mejor, y los participantes nos dimos cuentas de las enormes ventajas de la unión. Solo era preciso darle forma, y aunar los intereses de empresas que en muchas ocasiones somos competidoras. La generosidad de los participantes ha hecho que, en igualdad de participaciones, sea posible gobernar CIBEX de forma adecuada. El proyecto es un proyecto entre iguales, todos somos industrias que matamos entre 25.000 y 50.000 cerdos al año. Si estamos unidos tenemos la dimensión adecuada para conseguir ahorros de costes y para poder abordar la inversión que por separado era inabordable. Hay que recordar que en un mundo global es preciso reducir costes tanto de los que ya tenemos mataderos como de los que hoy lo tienen externalizado, y esta situación además requiere salir al exterior. Exportar es conseguir valor añadido, y esto no se consigue desde pequeñas instalaciones viejas y poco productivas. De hecho solo dos tenemos matadero propio: Señorío de Montanera y Montesano.

Todos los socios mantendremos nuestras instalaciones, sacrificaremos en CIBEX y mantendremos nuestros procesos de despiece, perfilado, salazón, curación de jamones y fabricación de embutidos... lo que está claro, es que vamos a tener un ahorro importante de costes y una mayor posibilidad de venta internacional.

-¿Cuál es la capacidad máxima de CIBEX?

-Nos hemos propuesto que en tres años elaboremos 300.000 cerdos ibéricos al año. Por ello, la capacidad está prevista para 400.000 cerdos. Sin embargo, el matadero está previsto para poder ampliarse sin excesiva dificultad a 750.000 cerdos al año. No obstante, los socios fundadores hemos hecho como Cortés cuando llego a Méjico, hemos quemado nuestras naves. Qué quiero decir con esto, que mediante un pacto de socios nos comprometemos al menos a elaborar 30.000 cerdos por industria como mínimo, llueve, truene o diluvie. Esto nos permite alcanzar el punto de equilibrio (la capacidad utilizada para generar beneficios) desde el primer año.

No obstante en una actividad fabril secuencial como es esta hay muchos cuellos de botella que condicionan la actividad. Entre ellos está el almacenamiento (congelación) de la carne y tocino, o la gestión de subproductos. Estas actividades las pensamos desarrollar en CIBEX de forma independiente o en colaboración con los principales actores actuales de estas actividades. Creemos que lo desarrollaremos a partir del tercer año de actividad.

No obstante, el principal indicador de la actividad es el número de cerdos sacrificados por hora. En nuestro proyecto son 240 ampliables a 360 cerdos/hora, aunque es muy importante el tiempo que se trabaja diariamente. Una variable muy importante en la actividad de CIBEX es darle continuidad durante todo el año, no concentrarlos solo en los tres o cuatro meses de invierno; y esto lo hemos conseguido con nuestro pacto para social y con la diversidad de socios (DO, bellota, cebo de campo y cebo).

-¿Cuál es el calendario del proyecto de CIBEX?

-En mayo hemos presentado las diferentes solicitudes ambientales y urbanísticas, hemos adquirido los terrenos y acabamos de presentar la solicitud a ayudas agroalimentarias. Pensamos que en septiembre podremos tener las autorizaciones suficientes para empezar las obras. Honradamente me gustaría empezar las obras en la Feria de San Miguel, pero no sé si llegaremos a tiempo.

El proceso de construcción, colocación de maquinaria y pruebas nos llevará entre 18 y 20 meses, dependiendo mucho de complejidades en la excavación, condiciones del terreno, climatología…. adecuación de la maquinaria, cumplimiento de los proveedores… Yo en mi optimismo natural pensaba en llegar a tiempo para la montanera de 2021, pero me temo que no podremos alcanzar ese objetivo inicial demasiado ambicioso.

-¿Cree que el matadero de Zafra implicará la instalación de otras industrias?

-Yo creo que sí, pero habría que preguntar a otros empresarios interesados. Lo que sí es cierto es que los ayuntamientos deben actuar como las hormigas y no como las cigarras. Es preciso que tengan adecuados polígonos industriales, energía eléctrica suficiente y sin un elevado coste de inversión inicial, agua, saneamiento etcétera. Desgraciadamente he visto numerosos ayuntamientos de la Región con los deberes muy atrasados. Esto debiera ser una prioridad de las autoridades municipales. La viabilidad de un municipio a largo plazo pasa por poder tener las capacidades para generar empleo y riqueza.

En nuestro caso ya he apuntado las inversiones que pensamos acometer en los próximos años. Esto será un granito de arena en el crecimiento del empleo y de la riqueza en nuestra querida Extremadura. Empezamos con casi 100 empleos directos, pro creo que en un horizonte de 5-10 años debemos estar cercanos a los 1.000 entre empleos directos e indirectos.