"Fui nombrado alcalde de Cáceres unos meses después de la declaración de la Unesco. Cuando entré de alcalde ser Patrimonio de la Humanidad nos ponía en el mundo y suponía la atracción de turistas, pero no teníamos hoteles. Los únicos hoteles que había eran el Alcántara y el antiguo Extremadura. Por tanto, la primera necesidad era la construcción de hoteles. Desde el ayuntamiento nos esforzamos en facilitarles las cosas desde el punto de vista urbanístico. Por ejemplo, para la construcción del Hotel V Centenario hicimos una permuta con terrenos del ayuntamiento. Facilitamos la construcción de lo que fue el Hotel Meliá y junto con la Diputación y la Junta de Extremadura, del Parador de Cáceres. Con otros alcaldes constituímos la Asociación de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, que ha hecho una gran labor en todos estos años para dar a conocer estas ciudades y hacer realidad que Cáceres sea en la actualidad una ciudad turística con grandes posibilidades. El avance en estos 25 años ha sido considerable. Una parte del problema del transporte se ha resuelto con las nuevas autovías, pero aún nos falta el ferrocarril y el transporte aéreo, que es más complicado, porque no tenemos suficiente población para que sea viable un aeropuerto. No obstante, hay que recordar que los atractivos de otras zonas de la región son complementarios con Cáceres. Finalmente, creo que hay que ver las cosas con perspectiva y reconocer que la Universidad de Extremadura ha logrado que en todo este tiempo la ciudad de Cáceres duplicara su población".