El Premio Gran Espiga al vino mejor puntuado de cuantos se presentaron a los Premios Espiga de esta edición fue para Emperador de Barros Tempranillo, que elabora Bodegas Viticultores de Barros SAT. Es la primera vez que consiguen este reconocimiento. También resultó ganador de la Espiga de Oro en la categoría de Vinos Tintos Cosecha. Se trata de un vino joven, intenso y aromático que ofrece un "mar de sensaciones en la boca", con notas finas y elegantes. Luis Alfonso Merino, gerente de la bodega, explica que este vino destaca por su "potencia, diferencia, frescura y juventud".

No fue éste el único galardón que consiguió Viticultores de Barros. En la categoría de Vinos Tintos Crianzas logró la Espiga de Plata con su Vizana Tempranillo. La sutilidad de la madera francesa aporta elegancia a este vino con aromas intensos a cerezas en licor, tostados, especiados, y un toque mineral que lo llena de frescura.

Pascasio Donoso, presidente de Bodegas Viticultores de Barros, asegura que el principal secreto para hacer buen vino es recolectar las uvas cuando están maduras. "El buen hacer del vino empieza en el campo. Los viticultores están pendientes de las viñas desde los primeros brotes y de que las uvas lleguen a la bodega en óptimas condiciones", comenta.

Esta sociedad agraria de transformación está formada por 38 socios viticultores que se unieron en los años ochenta para dar mayor calidad a su producto. La dedicación de la empresa fue tradicionalmente los grandes volúmenes de vino, pero es la pequeña parte de vinos de calidad embotellados la que le proporciona mayores éxitos y satisfacciones desde hace ya seis años.

La bodega tradicional se ha ido modernizando tras muchos esfuerzos e inversiones en tecnología. La última fue en el año 2005. El año pasado la bodega ya obtuvo premios con dos variedades de blanco.