Era el Peñasco se exhibió de nuevo en el Salón ofreciendo su colección de productos de elaboración propia. Su fábrica tiene más de medio siglo y tres generaciones que realizan un jamón ibérico en un enclave idílico: en Monesterio, curados al aire de la sierra de Tentudía. El aroma, color, salazonado y veteado de sus piezas resultan casi inconfundibles. Además de sus jamones y paletillas, destaca por sus embutidos caseros y loncheados de todo tipo. Rafael Contreras está presente durante estos días en el salón ofreciendo toda la información de una empresa que mima los productos de excelencia de Extremadura.