Elvira Matilla, licenciada en Veterinaria, tiene por delante un brillante futuro profesional en el campo de la reproducción asistida. A la vez que finalizaba sus estudios en la Universidad de Extremadura gracias al Master Universitario de Investigación (MUI), Elvira aprovechó para formarse para un trabajo específico en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres (CCMIJU). Ello ha sido posible gracias a una de las Becas Santander de Prácticas en Pymes que le han permitido durante tres meses profundizar en las últimas técnicas de embriología. Además, el excelente trabajo realizado por esta investigadora en Cáceres le ha permitido prolongar la investigación tras la finalización de la beca.

Elvira Matilla trabaja codo con codo con otros investigadores de la Unidad de Reproducción Asistida del CCMIJU. "La experiencia es muy buena. Me formo en la mejora de la implantación embrionaria y transferencia de embriones de ratón, aunque hemos usado en ocasiones los de otros animales. El objetivo es trasladar todas las mejoras a la reproducción asistida en humanos", afirma la joven investigadora.

Matilla trabaja en el Aula EMB-ASEBIR del CCMIJU para la formación de expertos en implantación embrionaria. Los estudios los realiza siempre con embriones de animales.

"La beca del Santander ha sido una oportunidad muy buena para poder trabajar en un centro de tanto prestigio como éste. Yo había visto los anuncios en televisión e información en la página web de la Universidad y José Mijares, responsable del área me animó a presentarme", afirma Elvira.

La investigadora trabaja con la última tecnología en microinyectores, que sirve para coger el ovocito de la ratona e introducirle el espermatozoide del ratón. Su día a día transcurre entre inseminaciones in vitro y posteriores transferencias del embrión a ratonas. Igualmente, profundiza en la congelación y descongelación, vitrificación y desvitrificación de embriones.

Nicolás Montero, gerente del Clúster de la Salud, con sede en el CCMIJU, explica que la consolidación del trabajo de Elvira ha sido posible gracias a un proyecto conjunto con la Universidad de Extremadura y cuatro empresas, para mejorar la transferencia embrionaria. "Pretendíamos --explica Nicolás Montero-- meter a personal dentro de ese proyecto que se formara gracias a otras iniciativas. En el proyecto hay un doble objetivo, por un lado la investigación y por otro trasladar al ámbito clínico todos los avances que se consigan, concretamente en el campo de la embriología clínica. El perfil ideal para abordar este campo es el de un veterinario. Por eso aprovechamos que Elvira estaba especializándose en embriología en la facultad. La idea era encontrar una persona que conociera la transferencia embrionaria para incluirla dentro del grupo de trabajo", comenta Nicolás, quien asegura la continuidad de la labor de Elvira, bien con la colaboración de empresas privadas o con una ayuda para la incorporación de tecnólogos de la Junta de Extremadura.

CLUSTER DE LA SALUD La labor del Clúster de la Salud es similar a la de los 'ojeadores' del fútbol, pero en vez de en el terreno de juego, lo hacen en la universidad. Los alumnos que van despuntando los atraen para sus proyectos.

Actualmente, Montero trabaja con el programa de emprendimiento de la Facultad de Económicas de Cáceres y seleccionado a personal que pueda ser atractivo para las empresas. "Existe una gran demanda de talento en el sector de la salud, que hasta hace muy poco copaba el sector público y que ahora se decanta lentamente por la sanidad privada para trabajar", señala.