José Antonio, Pablo y Fernando Bravo engrandecen la aventura hostelera iniciada por su padre construyendo en las Capellanías unas instalaciones de 3.000 metros cuadrados con una cocina industrial para lanzar el catering. También adquirieron la pastelería La Guinda. Convirtieron el complejo Álvarez en Aralia. Bravo Hostelería es todo un referente en su sector.