La Universidad de Extremadura coordina un proyecto de investigación que analiza la vinculación entre metabolismo y párkinson y cuyo objetivo es establecer nuevos marcadores para el diagnóstico de esta enfermedad.

El párkinson es una enfermedad de carácter multifactorial que no tiene marcadores precisos de detección y, a día de hoy, tanto los clínicos como los neurólogos basan su diagnóstico en una serie de síntomas, que contrastan con ciertos valores estandarizados así como una relación de pruebas físicas que corroboran si existe o no esta patología.

Debido a la falta de pruebas precisas para diagnosticar esta dolencia, que afecta al sistema nervioso, la tasa de diagnósticos erróneos en consulta sigue siendo elevada. De ahí que sea preciso seguir investigando en nuevas técnicas que permitan retrasar el avance y los efectos del Párkinson.

En ello trabaja el Grupo de Investigación PARK, ubicado en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Extremadura, en Cáceres, e integrado en el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), centro de referencia internacional para este tipo de patologías. Este equipo de científicos de la Uex, que ha logrado ya aportar "importantes avances" en este campo, va a liderar ahora un proyecto de investigación cuyo objetivo es determinar perfiles metabólicos diferenciales en modelos de enfermedad de Párkinson.