José Luis Pérez Chiscano se especializó en fitosociología y se ha pasado la vida saliendo al campo para recoger especímenes e identificarlos. Montó una farmacia en Villanueva de la Serena en 1958, donde se casó con Elena Alvarez Cienfuegos con la que tiene cuatro hijos. A las plantas le siguió el interés por la ornitología, gracias a las enseñanzas de Francisco Bernis, padre de esta disciplina en nuestro país. Además, participó en los orígenes de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Después, la observación de pájaros se generalizó y se convirtió en moda. Pero él fue el pionero. Chiscano se doctoró en 1975 eligiendo la flora de La Serena como tema y desarrolló una intensa labor de investigación. Junto con Francisco Blanco, Francisco Carbajo y algunos más fundó la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) y colaboró en el germen de otras muchas como la Sociedad Micológica de Extremadura. Se especializó en orquídeas y llegó a dar nombre a una de estas especies, la Serapias Perez-chiscanoi Acedo. Sus publicaciones y estudios son incontables.

--Comenzó especializándose en fitosociología. ¿En qué consiste esa disciplina científica?

--Es una parte del estudio de la vegetación que estudia las comunidades vegetales en el espacio y en el tiempo para hacer una correcta valoración paisajística, la situación de las plantas y la ecología de las mismas. Es bastante complicada porque hay que conocer a fondo la flora de los sitios donde se estudia. Es una forma de saber cómo están las comunidades vegetales.

--¿Por qué decidió dar el salto a la ornitología?

--Yo no 'salté'. Tenía una base botánica aprendida en la Universidad e hice el doctorado en ese tema, pero también me atraían y me entretienen mucho los pájaros. Hice mis trabajos estudiando y anillando ejemplares, especialmente los relacionados con la migración de aves, que era lo que más me interesaba.

--¿Qué papel jugó en el desarrollo de la Sociedad Española de Ornitología?

--Yo no fui fundador. Llegué dos o tres años después. Fui uno de los primeros, animado por el profesor Francisco Vernis, quien me convenció para iniciarme en la ornitología, además, ya había hecho la tesis en botánica y era catedrático de la Complutense. Como naturalista me interesa todo lo que se mueve. No obstante, mi base zoológica no es tan fuerte como mi base botánica.

--Hizo la tesis sobre la vegetación arbórea y arbustiva de la zona noroeste de la provincia de Badajoz. ¿Por qué eligió ese tema?

--Extremadura era entonces una región poco explorada desde el punto de vista botánico y además en esas sierras estaban muy conservadas, no habían sido invadidas por los eucaliptos, y se podía encontrar algo nuevo, que es el fundamento de cualquier tesis.

--¿Cuáles fueron sus conclusiones?

--Pues que la vegetación extremeña era una vegetación mediterránea xerofítica en su mayoría, pero con sus particulares matices, encontrándose plantas características, lo que llevó a hacer nuevos inventarios, e incluso se descubrieron nuevos taxones. Siempre el trabajo de campo es muy interesante.

--¿Son conocidas las orquídeas extremeñas?

--Sí, el auténtico pionero de las orquídeas extremeñas fue el profesor Rivas Goday, quien me introdujo en el mundo de la botánica. Las orquídeas son unas plantas interesantísimas, no sólo desde el punto de vista ecológico, sino también desde el fisiológico. Nos animamos tres investigadores (Fernando Durán y José Ramón Gil son los otros dos) a publicar un libro sobre ello. Después ha habido muchos más estudios y más ampliados, porque siempre en el campo se encuentra algo nuevo cada vez.