Los jamones y embutidos El Arroyano que elabora la empresa Herlusa son uno de los muchos productos que cuentan con el amparo de ´Alimentos de Extremadura´, marca promocional de la Junta de Extremadura para identificar a los productos alimentarios regionales. Su consejero delegado, Vidal Julio Ramos, explica la evolución de la vocación exportadora de la empresa.

--¿A qué responde la presenta de los productos El Arroyano en SIAL París?

--El Arroyano en el año 2000 puso en marcha un Plan de Iniciación a la Promoción Exterior (Pipe) bajo la tutela de la Cámara de Comercio de Cáceres y el Instituto Español de Comercio Exterior. Con este plan El Arroyano recorrió múltiples países; por ejemplo Alemania, Francia, Inglaterra y Portugal, entre otros. En aquella ocasión comprobamos cómo estaba introducido el sector jamonero español en esos mercados, así como sus canales de distribución.

--¿Y cómo continuaron fomentando la apertura de nuevos mercados?

--Al terminar el Plan Pipe desde la Dirección General de Comercio de la Junta de Extremadura se implantó otro plan similar, el Pimex. Gracias a éste se llevaban los empresarios a hoteles de ciudades importantes donde se hacían unas ´microferias´. El Arroyano también participó en estos eventos y se entrevistó con los potenciales compradores. Con la experiencia adquirida en estos dos programas, la empresa Herlusa adquirió una cultura exportadora.

--¿Qué papel juega Alimentos de Extremadura dentro de esa cultura exportadora?

--Entonces llegó la campaña ´Alimentos de Extremadura´, que no es sino una prolongación de todo lo anterior. Y el Arroyano se adhirió a esta campaña. A Sial hemos venido por tres motivos. El primero de ellos es seguir profundizando nuestra voluntad exportadora. También queremos ver cómo está la situación en estos momentos de crisis y de cambios en el sector alimentario. SIAL es el colofón de todo el año. Hay que recordar que también acudimos a la Alimentaria de Barcelona a un curso sobre el sector gourmet. El Arroyano continúa innovando, porque estamos dotados de una infraestructura para afrontar mayores cotas de mercado. Del 2000 al 2010 los hábitos culinarios de los franceses han evolucionado y cada vez la presencia del jamón español --y por ende la del extremeño-- es mayor.