Durante los pasados meses de confinamiento, los niños y niñas de todo el país han estado sometidos a cambios muy importantes en su rutina diaria, familiar, educativa, de ocio y social. Los más pequeños han sabido adaptarse a esos cambios a los que se han enfrentados, muchos de ellos sin ser del todo conscientes de lo que estaba sucediendo. En base a estas cuestiones planteadas, hace unas semanas el Consejo de Gobierno de la Junta ha considerado que los niños y niñas de Extremadura son también dignos merecedores de recibir la Medalla de Extremadura, la más alta distinción que otorga la Comunidad Autónoma de Extremadura. Es un reconocimiento a los más pequeños por su resistencia durante esta etapa tan larga que han conseguido recuperar.

Pero esto no es todo. En estos meses de confinamiento en casa, los menores extremeños han continuado con su formación escolar, de forma totalmente novedosa, manteniendo el contacto con sus profesores y compañeros mediante los medios tecnológicos y a través de una pantalla. Hemos podido ver a los niños y niñas junto con sus familias, participar en momentos puntuales como el aplauso de cada día a las 20.00 horas de la tarde, tomando conciencia de sentimientos como la empatía y la solidaridad. Y es que se han llevado a cabo numerosas iniciativas para hacer más llevaderos los meses que los niños han tenido que pasar en casa. Algunas de estas han sido la petición a los más pequeños de hacer dibujos que incluyeran arcoíris y frases positivas para animar a todos a participar. Estos dibujos pudieron observases en numerosas ventanas y balcones para que todos los vecinos pudieran contemplarlos. El Periódico Extremadura también animó a sus jóvenes lectores a hacerlo.

Muchos pequeños no pudieron disfrutar de un día tan especial como es el día de su cumpleaños. Los ayuntamientos de algunas localidades decidieron reservar un día en el calendario, una vez pasado el confinamiento, para hacer una pequeña fiesta en la que participasen todos aquellos niños y niñas que se quedaron sin poder celebrar su cumpleaños. Es el caso del Ayuntamiento de Casar de Cáceres que llevó a cabo la celebración de un súper cumpleaños el pasado 17 de julio en la que los pequeños del municipio soplaron las velas de forma conjunta y recibieron un regalo cada uno de ellos.

Un ejemplo es Daniela Canales Duque, que tiene 6 años y vive en Cáceres. Al igual que muchos niños, tuvo que pasar el día de su cumpleaños confinada en casa sin poder celebrar su día acompañada de toda su familia y amigos. «Mi mamá me compró una tarta de Frozen y cuando salí a aplaudir los vecinos me cantaron el cumpleaños feliz y me puse muy contenta», cuenta.

Durante la cuarentena, Daniela pasaba el día pintando y cuando le tocaba, hacia las tareas del colegio que su maestra le mandaba durante la semana. Lo que más le gustaba de su agenda diaria en esos días, era jugar con sus muñecos bebés y cuidarlos. Como no se podía salir a pasear a la calle y tampoco al parque, aprovechaba algunos ratitos y montaba en su bicicleta dando vueltas por el garaje. «Me gustaba mucho pasar un rato con mi bicicleta pero no era como en la calle, había muy poco espacio», explica.

Otras iniciativas que se llevaron a cabo durante esos días fue la participación de numerosas carrozas musicales que llenaron de animación las calles de algunas localidades, con el objetivo de animar a los más pequeños, entendiendo que estos serían los que peor llevarían el confinamiento. O también la entrega de diplomas en los que se galardona a los niños y niñas por su buena actitud ante la reclusión.