Juan Elías Sevillano Terrón (31 años) es un exponente de la pujanza que el movimiento cooperativo ha alcanzado en la comarca. Al frente de la Cooperativa del Campo Cruz Bendita de Casar de Palomero, con más de dos décadas de historia y unos 300 socios, trabaja duro para que las aceitunas de mesa, cerezas y ciruelas de la zona tengan su hueco en los principales mercados. Cada campaña aproximadamente pasan por esta cooperativa dos millones de kilos de aceituna, un volumen más que suficiente para que estudien la integración en la comercializadora Deguste. Las cerezas las entregan en la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, aunque no sean socios directos. Cada campaña recolectan unos 700.000 kilos. Finalmente, de ciruela, cada año recogen unos 40.000 kilos.

"Nosotros realizamos mejoras para trabajar cada vez mejor nuestros productos. De hecho en lo que respecta a selección hemos cambiado de maquinaria para adaptarnos a la normativa europea. Tenemos una cooperativa muy bien diseñada para operar con aceitunas. Se pueden hacer mejor las cosas, pero necesitamos que la Administración eche un cable a las cooperativas y a los agricultores que trabajan en ellas. Hay que estimular a la gente joven que se nos escapa fuera. A veces reúno a los socios pero la mayoría son personas mayores y a veces no puedo conseguir que apoyen las mejoras como por ejemplo integrarse en cooperativas de segundo grado o hacer la denominación de origen para la aceituna manzanilla cacereña", afirma Juan Elías Sevillano.

Recientemente se han mejorado los depósitos para que las aceitunas no estén a la intemperie y se homologue la maquinaria de selección con respecto a las normas de la Unión Europea.

Insiste en que a las cooperativas se las obliga realizar inversiones en calidad y sanidad y no pueden luchar con quienes venden las aceitunas y no los pasan.