Misterio, tradición y participación en una Fiesta de Interés Turístico Regional. El Pero-palo de Villanueva de la Vera es el Carnaval con más sabor ancestral de Extremadura. Sus orígenes se desconocen, sólo se sabe que el ritual se remonta a la edad media. A partir de mañana, Villanueva de la Vera vive cuatro días intensos, llenos de sucesivas liturgias, todas llenas de sabor y magia en las que los visitantes no se sentirán forasteros.
Antonio Caperote, alcalde de Villanueva de la Vera, explica que las teorías son varias: desde que se trata de un proceso de la Inquisición hasta el ajusticiamiento de un malhechor que vivía en la sierra. Lo que es cierto que hubo un proceso inquisitorial del que la fiesta salió reforzada. Los peropaleros fueron llevados ante el Santo Oficio en Llerena. En aquel proceso se demostró que ellos representaban la muerte de un judío. Fueron absueltos y obsequiados con tambores y alabardas, conservándose estas últimas.
Los actos tuvieron su prólogo el pasado 31 de enero, cuando la cabeza de Pero-palo, que custodia la familia Salinero de generación en generación fue paseada por el pueblo por vez primera como preludio de la fiesta. Después se devolvió la cabeza a la vivienda de los Salinero.
LA AGUJA Mañana sábado, día 6, por la tarde, en la plaza, tiene lugar el ritual la colocación de la aguja. El muñeco de Pero-palo se coloca en la aguja que está incrustada en dos agujeros al suelo. Por la noche, en el más estricto de lo secretos tiene lugar un acto especial, solo para los privilegiados ojos de los peropaleros: la confección del Pero-palo. Se le hace un traje de heno que se cose y --entre puntada y puntada-- se recitan unas letanías misteriosas solo conocidas por los peropaleros, en medio del más absoluto de los silencios.
Una vez realizado el traje se le clava el palo que sujetará a Pero-palo en la aguja. Y vuelve a la casa de los Salinero. Todas las mañanas a las ocho de la mañana se hace la primera ronda y el Pero-palo se coloca en la aguja, en la plaza de Villanueva de la Vera a la vista de todos. Durante los tres días (domingo, lunes y martes) tres o cuatro veces se baja de la aguja el Peropalo y se hace un recorrido por las calles del pueblo que termina en la Plaza haciendo la 'judiá' se lleva al Peropalo de nuevo a la aguja y a continuación los peropaleros tocan los tambores en el centro de la plaza donde bailan la jota los vecinos.
LAS ELECCIONES El martes día 8 a las seis de la mañana comienza la diana. Los peropaleros hacen el recorrido a casa del alcalde, a casa de los capitanes, y a una serie de familias que lo han solicitado. Durante el recorrido se les agasaja con café o caldo. A las diez de la mañana al Pero-palo se le descuelga y entra dentro del ayuntamiento, porque después saldrá montado en burro por el pueblo con la sentencia condenatoria escrita en la espalda. Entonces, los capitanes de Peropalo perfectamente ataviados van a casa del cura, que les da las alabardas. Vuelven al ayuntamiento donde el alcalde les entrega la bandera que será expuesta en la casa de los capitanes hasta la tarde.
Sobre las cuatro se convoca al tribunal, cuyos miembros se conocen como los calabaceros y se representa el juicio junto a las fuerzas vivas del ayuntamiento. También a esa misma hora, la comitiva se sale de la casa de los capitanes para recorrer las calles del pueblo paralelas a la plaza. Hombres mujeres y niños van vestidos con trajes regionales. El capitán lleva la bandera y la capitana una zarza con un chorizo. Los calabaceros durante años han sido los quintos, pero desde que no es obligatorio el servicio militar son un grupo de amigos y amigas. Los que aportan las monedas al cestillo del tribunal son los vecinos que así lo consideran. Los calabaceros golpean a su salida a los que han realizado su aportación. Mientras los vecinos van entrando a echar sus monedas se forma un círculo humano en la plaza donde todo el que lo desee puede jurar la bandera. El capitán jura primero la bandera y el último en hacerlo es el capitán del año siguiente. Toda la comitiva del paseo devuelve el Pero-palo a la casa de los Salinero.
Posteriormente, se recrea la muerte de Pero-palo, a cuyo cuerpo de paja se disparan tiros durante media hora y se quema en medio de la alegría de los asistentes.
