En estos días de septiembre, Brozas celebra una de sus fiestas principales en torno a los tradicionales festejos taurinos. Se trata de una excelente oportunidad para visitar y conocer el pueblo, repleto de diversión y actividades. Pero Brozas tiene mucho más que ofrecer a los turistas y visitantes: un patrimonio natural realmente interesante, con todo el municipio englobado dentro de la recientemente creada Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional y numerosos espacios con protección para la flora y la fauna: los llanos de Brozas, las lagunas de Arce, el Embalse de Brozas y la charca de la Quebrada, ideales para la realización de diferentes rutas e itinerarios senderistas y cicloturistas. Además de una naturaleza variada, Brozas cuenta con un patrimonio monumental de gran importancia; paseando por el centro de la villa, declarado Conjunto Histórico en 2015, el viajero podrá contemplar numerosos escudos nobiliarios, conventos, ermitas, palacios e iglesias, destacando el templo de Santa María la Mayor, posiblemente la mejor iglesia no catedralicia de Extremadura y el castillo de la Encomienda Mayor, con restos de la fortaleza medieval y baluartes para hacer frente a las guerras con Portugal. No podemos olvidar, tampoco, el rico patrimonio cultural, centrado en la gastronomía, con la tenca como protagonista de los fogones broceños, fiestas como San Antón (17 de enero), las Ferias (20 al 22 de abril) y la romería de San Gregorio (primer sábado de mayo) y múltiples manifestaciones heredadas del pasado trashumante. Todos estos recursos, junto a modernas infraestructuras y empresas (hoteles, restaurantes, un balneario, tiendas de productos típicos y empresas de actividades) convierten a Brozas en un paraíso para los sentidos.