El pleno del Parlamento Europeo ha pedido que se dé una mayor información al público sobre la presencia de las partículas radiactivas radón y tritio en el agua potable y sus efectos a largo plazo, a la vez que abogó por que los responsables de su vertido asuman los costes derivados de la contaminación. La directiva establece disposiciones para controlar la presencia de tritio y de radón en el agua destinada al consumo humano, así como sobre la dosis de consumo indicada para un año cuando se detecte la presencia de estos radioisótopos.