Cinco Primeros Premios, un Segundo y dos Terceros, es un buen bagaje para nueve participaciones en el Concurso de Ganaderías de Cerdo Ibérico, ¿... no le parece, señor Morillo?

--Lo realmente importante es el alto nivel del ganado participante. Según el Jurado, ha sido el año de mayor calidad fenotípica del Concurso. Esto es lo prioritario. El Esquema de Selección del Cerdo Ibérico sigue evolucionando a pesar de las circunstancias nefastas con las que tenemos que lidiar los ganaderos.

--¿Qué destacaría del conjunto de Cerdos Ibéricos presentes en la nave?

--La homogeneidad, el gran desarrollo corporal y el afianzamiento evolutivo de los caracteres raciales.

--¿Qué novedades ha habido respecto a anteriores certámenes?

--En cuanto a ganaderos participantes en el Concurso cabe destacar la presencia de una ganadería de Salamanca que ha presentado unos magníficos ejemplares de la Estirpe de Lampiño. Por otra parte la presencia del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, en la entrega de premios, que ha sido muy valorada tanto por Aeceriber, como por todos los ganaderos asistentes al acto. Sus palabras nos han emocionado. La sensibilidad que ha demostrado en cuanto a la correcta denominación racial del Cerdo Ibérico ha sido muy aplaudida.

--¿A qué se refiere?

--Desde hace una década, los ganaderos de Aeceriber, con su persistente secretaria técnica Elena Diéguez a la cabeza, hemos proclamado a los cuatro vientos que la denominación de Cerdo Ibérico debe ser exclusiva para el animal que racialmente lo es. No tiene sentido denominar ibérico a los animales cruzados con una raza celta, aunque esta tenga la pezuña negra. Su denominación racial debía ser la de Ibérico Duroc, que es la que realmente le correspondería.

--¿Algo más que añadir?

--Agradecer profundamente al Presidente el planteamiento expuesto a favor del futuro de la Dehesa, de la que el Cerdo Ibérico es el rey. Y pedir a los ganaderos que sigan teniendo ilusión por la raza, con la ayuda de Dios... y de los mercados.