Antonio y 'Gori' son miembros de 'Jarana', una murga con mucha tradición, aunque retirada ya del concurso. Han sido elegidos para pronunciar el pregón de los Carnavales 2013 este viernes y prometen que será muy diferente a todos los anteriores.

--¿Cuánto va a tener de 'murguero' el pregón del carnaval de este año?

--Todo. No se va a parecer a ningún pregón de cuantos se han hecho hasta ahora. No lo vamos a hacer cantando porque sería muy complicado. Lo que vamos a hacer es representar a dos personajes. Yo (Antonio Sansinena) voy de pescadero y 'Gori' va de padre Bonete, de cura. Es un homenaje a nuestras caracterizaciones más conocidas. Con la de pescadero ganamos un primer premio y con la de padre Bonete un segundo en el concurso.

--¿Cuántos años llevan ustedes componiendo letras y músicas del Carnaval?

--Pues entre 25 y 26 años llevamos ya escribiendo letras. No nosotros no sabemos música. Ahora exigen que sean músicas originales y nos las hace un componente que sabe música. Antes utilizábamos la música de las chirigotas de Cádiz. Lo que hacíamos era un popurrí o dos y adaptábamos las melodías del extenso cancionero español.

--¿Algún estribillo que se hiciera especialmente famoso?

--Teníamos uno, el del pescadero, que terminábamos diciendo 'Pezqueñines. ¡No, gracias!' y hubo también otro que pegó bastante. Ibamos de empollones. Teníamos una clac incluso, aunque después el público ya se lo sabía. Preguntábamos '¿De qué vamos?'. El público respondía: 'De empollones'. Y contestábamos: '¡Pues agárrame los cojones!', con voz de niño. Al principio decíamos 'me subo los pantalones', pero lo cambiamos.

--¿Se arrepienten en todos estos años de algo de lo que hayan dicho o hecho en el escenario?

--No, nosotros lo más que hemos dicho es alguna grosería que otra, pero nunca nada ofensivo y siempre dentro del sentido de la ironía. En nuestra manera de escribir no tiene cabida la ofensa.

--En estos días tan complicados la alegría carnavalera es casi una necesidad ¿Creen que con su pregón lograrán hacer desconectar a la gente?

--Eso es lo que pretendemos, que la gente se vaya con una sonrisa, que no sea un carnaval con recuerdos malos por la crisis que nos está afectando a todos.

--¿Qué piensan del Interés Turístico Nacional que tiene el Carnaval de Badajoz?

--Pienso particularmente que se trata de un logro del pueblo llano y las autoridades no deben colgarse ninguna medalla. Si el Carnaval de Badajoz tiene el Interés Turístico Nacional es por la gente. El Ayuntamiento de Badajoz y las instituciones han hecho lo básico y lo que tenían que hacer para lograrlo.

--¿Se atreven con el Interés Turístico Internacional?

--Con todo eso y más. La cuestión es que se pueda.

--¿Cuestionan las decisiones del jurado? ¿Hay 'piques' después de las votaciones?

--Sí, claro que sí, que hay desacuerdos con la resolución del jurado. Pero precisamente nosotros somos una de las murgas que hemos aceptado siempre sus decisiones. Nosotros vamos muy bien preparados, pero si en vez del primero o el segundo puesto nos dan el quinto o el sexto acatamos la decisión, eso está claro.

--¿Creen que el certamen ha perdido frescura con tanta norma?

--Eso está también clarísimo. Ahora ya no vas al teatro a pasártelo bien y a divertirte. Ahora vas a hacer un examen total. Las murgas ya tienen maestros en todas las disciplinas: música, percusión, teatro... Las normas son tan severas y rigurosas que sales al escenario estresado.

--¿Qué debe tener una murga para triunfar en el López de Ayala?

--El Carnaval tiene que ser por sensaciones. Con una murga tienes que estar entretenido con el repertorio que está haciendo, que cante bien y no que si hacen tres o cuatro punteos o si meten seis o siete voces.

--¿Cuáles son sus mejores recuerdos en 'Jarana'?

--Nosotros hemos hecho una labor por toda España. En Semana Santa toda la murga se iba de viaje con sus mujeres. Estuvimos en Gijón en la Casa Extremeña y fue una de las mejores experiencias. Además, íbamos ese año de 'asturianos'.

--¿Qué le piden al Carnaval 2013?

--Que se lo pasen muy bien, que nos olvidemos de los problemas que tenemos y que mañana será otro día.