Ciertas leyendas urbanas sirven de excusa a quienes no quieren asumir su responsabilidad con el entorno natural. Algunos alegan, incluso manifiestan haberlo vivido en directo, que reciclar no sirve de nada porque la basura se mezcla en los camiones. "Es una cuestión absurda para cualquier entidad que gestione residuos porque estaría perdiendo dinero por mezclar y llevar al vertedero materiales a los que puede sacar un rendimiento económico", explica el vicepresidente de PROMEDIO, Manuel Antonio Díaz.

En todo caso, "si se identificara una acción negligente, hay que denunciarla al ayuntamiento o a PROMEDIO para evitar malas prácticas que perjudican al servicio; tenemos una aplicación para móviles gratuita que permite que cualquier vecino nos reporte una incidencia de forma instantánea en 30 segundos", afirma.

El beneficio ambiental parece claro. Se ahorra agua y energía, además de la extracción de materias primas. De hecho, gracias a las 1.380 toneladas de envases ligeros (envases de plástico, latas y briks) que se reciclaron en 2015 en los 76 municipios adheridos a PROMEDIO, se evitó la emisión de 2.700 toneladas de CO2 a la atmósfera. Sin embargo nos encontramos con un nuevo mito cuando se habla del beneficio económico, ¿para qué esforzarnos si no ganamos nada? Díaz explica que "todos los vecinos ponemos nuestra parte para sufragar los gastos de recogida: los camiones, el personal, el combustible, etcétera; el total no cubre los costes totales, pero lo completamos con los ingresos de vender el material que se deposita en los contenedores amarillos y azules. Cuanto menos recuperemos, menos ingresos vamos a tener y más difícil será cuadrar las cuentas del servicio. Por lo tanto el mensaje es: "ayúdanos a separar para que tengamos más ingresos, para que eso reduzca costes y entre todos tengamos menos dinero que pagar. Al final, reciclar sale más barato".

Estas cuentas también salen en otros servicios como el suministro de agua o la depuración. Utilizar el inodoro como cubo de basura y que acaben en él colillas, toallitas húmedas, envoltorios de plástico o aceites dificulta enor-memente el trabajo en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), que deben disparar su consumo energético para eliminar estos restos, además de los costosos atascos y averías en tuberías, colectores y equipos de impulsión del agua.

"Desde PROMEDIO hemos reducido un 30 por ciento las pérdidas de agua en algunas las redes de abastecimiento y día a día trabajamos para reducir la factura eléctrica por "fabricar" el agua potable y llevarla a cada casa. Y ese esfuerzo se ve reflejado en lo que pagan los vecinos, ya que hemos sido capaces de congelar la misma tasa durante cinco años consecutivos", asegura el vicepresidente. Pero la colaboración ciudadana sigue siendo fundamental. "Ser responsables con el medio ambiente supone un pequeño esfuerzo que estamos intentando interiorizar mediante campañas de sensibilización en todos los pequeños y medianos municipios de nuestra provincia", concluye.