PONEMOS fin, con gran esfuerzo, a un temido y arduo 2009 y, llegado el momento de hacer balance, afrontamos la osadía de considerar con gran cautela, que pese a las dificultades acaecidas durante este difícil periodo, las cifras turísticas de la región arrojan signos de aparente estabilidad.

A falta de la publicación de los datos finales de diciembre, la predicción es que el número de viajeros, según el INE, que durante 2009 han visitado la región, se ha mantenido próximo al millón cuatrocientos mil, con un índice de pernoctaciones ligeramente por encima de los dos millones setecientos mil. Ello nos vuelve a desvelar que nuestro índice de estancia media continúa siendo bajo, situándose en torno al 1,8% en alojamientos hoteleros y cercanos al 3% en alojamientos extrahoteleros.

Ahora bien, teniendo en cuenta que la comparativa de estas cifras se desvela en base a las de 2008 que --hagamos memoria-- reportaron ya entonces un descenso en torno al 3% respecto al año anterior, y le añadimos además la disminución soportada por el índice de precios hoteleros, deduciremos que los resultados no son lo que se denominaría, precisamente, "favorables".

No obstante, y dejando abierto el debate sobre si el sector turístico extremeño ha sorteado el año mejor o peor que otros destinos, ahora la cuestión ha de radicar en cómo afrontar lo que nos depara este 2010.

EPOCA DE CAMBIOS

Con la coexistencia habitual de optimismo y pesimismo, lo que es indudable es que se avecinan cambios. Cambios que agradarán unos más que otros, pero que, en cualquier caso, implicarán renovación.

Si a nivel Europeo hablamos de la "Bolkestein" y de la nueva directiva de servicios que traerá consigo, a nivel regional la ilusión está en el Pacto Político Social, y en su Estrategia de Turismo para Extremadura. Y es que resulta esperanzador que por fin el Turismo sea considerado como uno de los principales sectores emergentes de nuestra comunidad, con la consecuente y necesaria implementación de medidas efectivas que garanticen nuestra viabilidad socio-económica y medioambiental.

La creación de un Club de Calidad de Alojamientos integrada tanto por establecimientos públicos como privados, la indispensable creación del Observatorio Regional del Turismo o la puesta en funcionamiento de la Escuela de Hostelería de Extremadura, son proyectos que entusiasman las expectativas de los agentes participantes de este sector. Ahora bien, resulta crucial, llegados a este punto, evitar la liviandad en estos propósitos, para no caer de nuevo en la puesta en marcha de costosas iniciativas que se quedan en el camino, a la espera de ser olvidadas o repetidas en diferentes legislaturas.

También seremos partícipes de las reformas que impliquen para nuestras empresas, las nuevas reglamentaciones. En el ámbito regional acabamos de conocer recientemente el borrador de la Nueva Ley de Modernización del Turismo en Extremadura, que llega en un momento idóneo para adaptar nuestra oferta a la realidad del mercado actual, así como a las directivas nacionales y europeas, y que ha contado con la opinión de los diferentes colectivos afectados.

En la otra cara de la moneda, las posibles consecuencias que podrían suponer para el sector los efectos de la nueva Ley Antitabaco, y su prohibición total de fumar en establecimientos de hostelería, o la subida del IVA, y su posible repercusión en la competitividad del sector turístico Español con respecto a otros países, encabezan la lista de preocupaciones y dificultades a las que enfrentarnos en esta singladura.

ANALISIS, RECICLAJE, INNOVACION

En situaciones como la que actualmente atravesamos, surge la obligación, moral y profesional, de identificar y analizar aquellos factores que han podido ser causa del brusco giro sufrido por nuestra economía. Si bien solemos entender que esta autocrítica, y la paralela búsqueda de soluciones, corresponde a los representantes de agrupaciones y colectivos de diferente índole, tal como compete su labor, no deberíamos dejar pasar la oportunidad de hacer lo propio en nuestras empresas, como parte integrante que somos, en mayor o menor medida, del conjunto productivo.

"Cómo ha afectado esta recesión a mi empresa y a las de mi entorno; qué característica diferenciadora me ha posibilitado sortear mejor sus efectos; está mi empresa preparada para la actual tendencia del mercado y, si no es así, qué métodos y procesos puedo o debo cambiar". Realizar una oportuna reflexión sobre algunas de de estas cuestiones podría encerrar la clave entre superar, mantenerse o perecer ante esta compleja situación.

Es cierto que conceptos como reciclaje o innovación han adquirido el grado de cotidianos en el día a día del entorno empresarial.

Sin embargo, quizá sería provechoso interpretar y asumir que lo esencial de estos conceptos radica en la simple, pero elemental, necesidad de actuar. Actuar con decisión, con imaginación y optimismo, y evitar la pasividad, la espera y la marcha a rebufo.

COMPROMISO Y UNION

En cualquier caso, esa propia autocrítica y la consecuente búsqueda de estrategias correctoras, serán mucho más efectivas si son compartidas, debatidas y abordadas entre los diferentes agentes implicados. A través de la participación colectiva y el compromiso de quienes toman parte en el desarrollo de un sector, podrán alcanzarse soluciones satisfactorias y equitativas, capaces de liderar el proceso de la renovación.

Este es, y seguirá siendo en 2010, el compromiso de la Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura: continuar trabajando en la defensa y promoción del sector turístico hostelero extremeño, fomentando la unión entre los empresarios y autónomos que lo conforman, apostando por el impulso a la iniciativa privada como base del desarrollo de la economía y perseverando en la consolidación de un sector, cuya pluralidad sea su mayor fortaleza.