La Iglesia diocesana, siempre atenta a las necesidades de nuestros mayores, ofrece un gran servicio caritativo y social, a través de las siete residencias de mayores que tiene implantadas a lo largo del territorio diocesano.

Detrás de las residencias diocesanas de la Fundación Hospital San Nicolás de Bari y La Inmaculada en Coria, Santa Isabel en Torrejoncillo, Nuestra Señora del Rosario en Cáceres, San Rafael en Membrío, la Fundación Familia Masides en Aldeanueva del Camino y Fundación Condesa de la Encina-Residencia Nuestro Hogar en Brozas, está la labor de la Iglesia Diocesana de Coria-Cáceres.

Desde la Diócesis de Coria-Cáceres están especialmente satisfechos por el resultado que han tenido sus esfuerzos por proteger y cuidar a sus mayores.

«Estamos muy agradecidos a la entrega de todos los profesionales y a cuantos se han esforzado y cooperado para que tuvieran los medios de protección suficientes. Afortunadamente, en ninguna de estas siete residencias se ha producido ningún caso de infección por covid-19, hasta el momento», asegura Francisco Manuel Delgado, técnico de las Residencias Diocesanas de Coria-Cáceres.

PREVISIÓN Y RÁPIDA ACTUACIÓN

Días antes del Estado de Alarma, la Diócesis de Coria-Cáceres creó un gabinete de crisis para gestionar la situación. Esta anticipación ha sido clave.

La comisión de residencias diocesanas de la Diócesis de Coria-Cáceres elaboró un extenso y detallado protocolo de actuación, siempre en contacto con las autoridades sanitarias.

La rápida gestión de los primeros pedidos de EPIS antes de la declaración del Estado de Alarma y su recepción, ayudó a la protección de trabajadores y residentes.

«Estamos preparados para lo que pueda suceder en el futuro, con un aprovisionamiento constante de EPIS y todos los materiales necesarios para mantener los estrictos protocolos de seguridad y prevención implantados».

La cara de felicidad en los primeros reencuentros era evidente. Una felicidad que traspasa las mascarillas y la distancia. Todos (familiares, residentes y trabajadores), se muestran agradecidos por el esfuerzo y el trabajo realizado.

Desde las Residencias de la Diócesis de Coria Cáceres agradecen «la paciencia y comprensión de las familias y de nuestros mayores, así como el trabajo y esfuerzo de nuestros profesionales, que cuidan con pasión y compasión a cada uno de los residentes que forman parte de nuestra familia», sentencia Francisco Manuel Delgado.

Las residencias realizan un esfuerzo para que económicamente no suponga una traba para las familias. Por ello, las cuantías se adaptan a las necesidades y a la situación personal de cada residente, y debido a que muchos mayores no pueden asumir todo el coste de los servicios, la diócesis compensa esas deficiencias en los casos de necesidad.

FUNDACIÓN CONDESA

DE LA ENCINA-RESIDENCIA NUESTRO HOGAR EN BROZAS

La Residencia de Ancianos Fundación Condesa de la Encina-Residencia Nuestro Hogar de Brozas, tiene una capacidad de 46 plazas y en la actualidad tiene plazas disponibles. El nombre de esta residencia lo dice todo: Nuestro Hogar.

«Nuestro ideal es hacer de nuestro entorno un ambiente lleno de calor y amor entrañable que les ayude a vivir felices», explica Emilia Pizarro, la directora de la residencia.

El Instituto Secular Hogar de Nazaret cuenta con 2 miembros, Emilia Pizarro es una de ellas junto con Quintana. Emilia es quien se encarga de la Dirección del Centro.Disponen de un amplio personal de limpieza, cocina, lavandería y atención integral a los mayores.

En cuanto a los voluntarios, Pizarro considera que son un potencial muy necesario. «Todos teníamos que ser conscientes de que nuestros mayores necesitan nuestro tiempo y nuestras ganas de estar con ellos, aunque solo sea para escucharles», clama la directora, quien agradece de forma entusiasta el tiempo de aquellos que se ‘desgastan’ entregándose a los más vulnerables.

Además de las rutinas del día, los mayores disponen de gimnasia y ejercicios adaptados a sus necesidades.

Emilia Pizarro desea que la situación actual mejore, para poder organizar la tradicional Jornada de Puertas Abiertas que Cáritas Parroquial de Brozas organiza cada año en Septiembre, siempre con un matiz diferente. «Por ejemplo, -cuenta Emilia- por la tarde se organizan diferentes actividades lúdicas como la participación de grupos de bailes del pueblo”. Ese día de Puertas Abiertas supone un ambiente de cercanía y de encuentro entre la Residencia y el pueblo, y los mayores pasan un día ‘especial’ y ‘diferente’».