Rograsa, empresa especializada en dar salida racional a los aceites y grasas usados, continúa su expansión por Andalucía y Extremadura, así como Portugal, país con el que mantiene un importante intercambio comercial. El principal servicio que ofrece Rograsa es la recogida de aceites de fritura a los establecimientos de hostelería, así como a residencias de mayores, colegios, comedores y otros centros.

En Andalucía Rograsa ha afianzado su presencia en las provincias de Córdoba, Sevilla, Huelva y Málaga. Allí opera con trabajadores autónomos que se encargan de la realización de la recogida selectiva. Ángel Rodrigo, gerente de la empresa, destaca que con el Ayuntamiento de Sevilla mantiene un contrato por el que realiza para la empresa municipal Lipasam la recogida en los Puntos Limpios y la recogida selectiva de aceites usados. Desde hace 2 años también se ocupa de un acontecimiento tan importante como la Feria de Sevilla, donde se monta un gran dispositivo. Este año, tras suspenderse la Feria de Abril no ha podido realizarlo. Hubiera sido el tercero y se espera que este servicio se extienda por dos años más.

También Rograsa ha resultado adjudicataria, tras concurso, del servicio de recogida selectiva en otros relevantes ayuntamientos andaluces.

En Extremadura, Rograsa cubre toda la geografía extremeña donde da servicio a casi 500 poblaciones a través de contenedores de recogida selectiva en vía pública. Todas las poblaciones con más de 10.000 habitantes están cubiertas. Ahora su objetivo son las poblaciones más pequeñas.

La recogida de los aceites se realiza con periodicidad semanal o quincenal. Cada persona deposita el aceite usado en unos envases estándar con capacidad para 50 kilos. Están realizados en polietileno y homologados. Se encuentran libres de fugas contaminantes.

RECICLAJE NECESARIO. El reciclaje es muy necesario. “El aceite mezclado con el detergente de lavadoras, lavavajillas o la misma ducha va a las depuradoras, donde emulsiona y se transforma en jabón, con los consiguientes atascos y problemas”, explica Ángel Rodrigo. Las tuberías se obstruyen por la mala práctica de deshacerse del aceite utilizado a través de la red de alcantarillado. Esto tiene su repercusión en los costes de depuración de aguas residuales. Rograsa se dibuja así como empresa medioambiental, social y generadora de riqueza. En plantilla actualmente cuenta con 16 trabajadores y la tendencia es que continúe creciendo. Ese espíritu de crecimiento resume la mentalidad empresarial de Ángel Rodrigo, quien agradece a todo su familia y equipo de profesionales el esfuerzo realizado en estos momentos, que ha sido esencial para la continuidad y expansión de Rograsa a pesar de la difícil coyuntura.

Rograsa no ha dejado de funcionar durante el periodo de confinamiento, dando servicio a hospitales, geriátricos y empresas de cátering. También han repartido, caretas protectoras a personal de los ayuntamientos, en una iniciativa del club Rotario. Durante todo el periodo de Estado de Alarma generado por el covid-19, Rograsa ha permanecido activa, cumpliendo con la recogida de aceite en hospitales, residencias geriátricas y todos los centros públicos y privados generadores de aceite vegetal como residuo, así como contenedores en vía pública, repartidos por toda la geografía extremeña, donde los ciudadanos han podido depositar su aceite doméstico.

El pasado 26 de mayo una de sus dos naves en el polígono El Prado de Mérida se vio afectada por un incendio que acabó con miles de depósitos para la recogida y reciclaje de aceite usado. Actualmente, la planta se ha convertido en un centro de transferencia, donde se almacena el aceite usado para derivarlo a otras plantas mientras se reconstruye la actual. “La capacidad productiva de Rograse ha mermado, pero no la de trabajo. Los aceites se almacenan para después enviarlos a otras plantas para reciclarlo”, explica Ángel Rodrigo.

Desde Rograsa agradecen la gran labor de extinción y su buen hacer, a todos los cuerpos de seguridad, bomberos, policía local y policía nacional, así como a todos los amigos, conocidos, empresas, clientes, proveedores... por sus gestos y mensajes de ayuda y apoyo incondicional en estas circunstancias.