Actualmente vivimos una situación de confinamiento que está suponiendo todo un

cambio en nuestros hábitos, especialmente en los de higiene. Lavarse las manos se ha convertido, recomendado por todas las autoridades sanitarias, en un acto que repetimos múltiples veces cada día con el firme deseo de prevenir el contagio del coronavirus. Pero, ¿nos hemos parado a pensar qué haríamos si no tuviésemos agua en nuestra casa para hacerlo? El servicio de agua, prestado en Badajoz por Aqualia, se ha convertido en esencial: a nivel normativo así se ha designado en el propio decreto de alarma por el Gobierno de España, y a nivel ciudadano como necesidad primordial para frenar la expansión del virus. Y, sin embargo, es uno de los servicios públicos más invisibles que existen.

Probablemente nadie haya reparado en que existen muchísimas personas que siguen saliendo a trabajar para que el líquido siga fluyendo en nuestros grifos. Lavadoras a 60º para desinfectar la ropa, lavavajillas para nuestros platos, vasos y cubiertos, agua con lejía para la limpieza… o la descarga de la cisterna del wáter cada vez que vamos al baño; utilizamos el agua en infinidad de actos cada día y esto sigue siendo posible gracias a la vocación del equipo humano de este “servicio invisible”, consciente de que el ciclo integral del agua es un bien de primera necesidad.

En Aqualia se puso en marcha un plan de contingencia el 13 de marzo con el objetivo de limitar y minimizar el impacto generado por la crisis del coronavirus en su actividad, garantizar la continuidad de los servicios, proteger tanto a sus empleados como a los usuarios, y que la calidad y seguridad del agua del grifo se mantenga inalterable.

CALIDAD garantizada. En este sentido, se mantiene una total normalidad en lo que respecta a la garantía de calidad del agua del grifo, ya que los tratamientos de desinfección, habituales y normales, que se vienen aplicando en los servicios de agua de nuestro país son totalmente eficaces para la eliminación del virus, tal como afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe técnico ‘Gestión de agua, saneamiento, higiene y residuos para covid-19’.

Aqualia ha reforzado todas las medidas higiénicas habituales, se han adoptado medidas extraordinarias para asegurar el correcto funcionamiento de depuradoras, potabilizadoras y demás infraestructuras hidráulicas, además de reforzar la atención a los clientes a través de medios telemáticos, una vez que hubo que cerrar la oficina: el teléfono de Aqualia Contact (900 82 20 85), la app para móviles y tablets ‘aqualia contact’ y la oficina virtual ubicada en la página web www.aqualia.com/badajoz.

La empresa, además, siendo consciente de las dificultades económicas que puede acarrear este confinamiento, ha coordinado con el Ayuntamiento de Badajoz una serie de medidas sociales de cara a los ciudadanos, entre las que destacan la suspensión de todos los cortes, la estimación de consumo 0 a comercios que hayan tenido que cerrar por la crisis sanitaria o la gratuidad del suministro a hoteles medicalizados, de haberlos.

En definitiva, el Servicio Municipal de Agua de Badajoz sigue funcionando porque sus profesionales siguen trabajando, exponiéndose cada día por el bien común. Nuestro aplauso esta tarde irá, también, para todos ellos.