José Antonio Moriano Jiménez (50 años) ha logrado convertir una empresa familiar en ejemplo de instalaciones modernas en donde la calidad prima en cada una de las fases del proceso productivo. Las cerezas Gran Sol y las aceitunas Moriano se han abierto un hueco en el mercado como marcas punteras. La producción de cada una de ellas ronda el millón de kilos anuales.

Las cerezas Gran Sol llegan a todo el territorio nacional y a Inglaterra. Desde que se implantaron los programas Proder la empresa ha realizado constantes inversiones de mejora.

"Sin los Proder no hubiéramos podido hacer nada en los pueblos. Ha sido un apoyo económico importante, pero también documental muy valioso. El personal de Adic Hurdes ha sido muy dinámico en cuanto a gestión de las subvenciones", comenta el empresario José Antonio Moriano.

Las instalaciones de la empresa se han modernizado gracias a esas ayudas. De hecho, la primera de las inversión fue destinada a la nave de la central hortofrutícola. En aquel momento la empresa hurdana se convirtió en la primera de España que introdujo una calibradora electrónica por color y tamaño de las cerezas.

El prototipo de aquella máquina italiana se perfeccionó en la empresa hurdana. Después todas las centrales hortofrutícolas del país lo han implantado.

ACTUALIZACION "Los empresarios siempre nos tenemos que actualizar y estar al día de todo, abriendo mercados. Hemos llegado al mercado inglés precisamente gracias a que hemos innovado. Además tenemos implantadas normas de calidad específicas de la fruta que nos permiten trabajar con los principales supermercados ingleses, muy exigentes, pero que te abre puertas para otros", afirma José Antonio Moriano.