Planificar una boda no es fácil. Es el acto social más importante en la vida de un ciudadano normal y es importante que los gastos no sean desorbitados, máxime en estos momentos de crisis económica. Es posible no excederse en los gastos, solamente hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.

Lo principal es ser honestos en cuanto a la posibilidades económicas y el presupuesto. La pareja debe hablar claro y de forma distendida del objetivo que pretenden, así como de la disponibilidad. Con esa base es como se puede diseñar un presupuesto que no se dispare.

Lo fundamental es ser realistas y no contar con las promesas de familiares que dicen que van a ayudar. Lo más práctico es abrir una cuenta común, la única que debe emplearse para los gastos del enlace.

En un cuaderno apunten cuáles son sus principales partidas: El fotógrafo, la decoración, el salón el salón de fiestas, el vestido, los anillos, los recuerdos... Primero hay que poner lo imprescindible e ir descendiendo de categoría. Vayan contratando en ese orden. Si disponemos de un amigo o pariente que sepa hacer fotos, podría encargarse del vídeo; y sólo habrá que contar con un experto para las fotos principales. Flores y tarta también pueden recortarse.

La negociación con los proveedores de los servicios es otra de las armas. Siempre pregunten si hay alguna posibilidad de descuento o de servicio adicional. Hay que decidir entre las diferentes opciones y no decidirse por la primera oferta.

No contraten a la primera y primen la relación calidad-precio. No se olviden de la letra pequeña para no tener disgustos posteriormente.

La lista de invitados puede reducirse al mínimo e invitar sólo a la gente que los esposos deseen que estén en la boda.

Muchos novios para poder pagar los gastos de una boda solicitan créditos personales que bancos y cajas de ahorro ofrecen para la financiación. Las entidades suelen adelantar unos 18.000 euros, con un plazo de amortización a los cinco años. No obstante, cada una de ellas ofrecen soluciones propias.

ALQUILER DEL TRAJE También puede optarse por el alquiler del traje novia. Alrededor de 4.150 mujeres han optado desde 2007 por alquilar su vestido de novia, una alternativa que en el último año supuso un crecimiento del 35%, explica Olga Frades, propietaria de Innovias, empresa nacional creada en 2007 y pionera de este negocio. Innovias logró una cuota del 2% del mercado español total de vestidos nupciales.

La idea de crear este servicio que es "aún poco conocido", según Olga Frades, no estuvo vinculada a la aparición de la crisis, sino a buscar un servicio para mujeres, "para uno de los días más importantes de su vida", similar al existente para los novios.