El toro de lidia es esencial para el mantenimiento del ecosistema dehesa. Esta es una de las principales conclusiones del Proyecto El Toro Bravo y la Dehesa que ayer presentó en la Feria Internacional Ganadera de Zafra (FIG) María Luisa Gómez Landero, de la Escuela de Naturaleza, Montaña y Aire Ligre, Geo 2, con sede en Badajoz.

A lo largo de su conferencia ayer en el Pabellón Central, Gómez Landero fue desgranando desde una óptica medioambiental y ecológica, los factores que influyen en el mantenimiento y futuro de la dehesa y la importancia de este ecosistema como sustento productivo de la agricultura y la ganadería extremeñas. Asegura que un ecosistema como la dehesa, que ocupa en nuestro territorio entre 2 y 4 millones de hectáreas, no tiene aún el futuro asegurado y las expectativas de conservación del único ecosistema natural configurado por la acción humana son aún inciertas.

"Desde la propia UE nos alertan ante la necesidad de encontrar mecanismos que contribuyan a una mayor protección de la dehesa, evitando la sobreexplotación y fomentando otras iniciativas, de carácter turístico, gastronómico, etcétera, para asegurar su futuro", dice la autora del proyecto.

En este sentido, la introducción del ganado en la dehesa, y sobre todo, del ganado vacuno ha resultado fundamental para la evolución positiva de este ecosistema, puesto que su impacto, menos intensivo que el del cerdo y la oveja, contribuye de manera clara a la sostenibilidad del ecosistema. "A lo largo de nuestro estudio y tras consultar a numerosos especialistas y profesionales en este campo, pudimos obtener como única conclusión que la existencia del toro de lidia resulta imprescindible para que la dehesa, tal y como la conocemos, pueda seguir siendo sostenible", afirmó ayer María Luisa Gómez en la presentación de su estudio.

El Toro bravo y la dehesa se ha elaborado a partir de una recopilación de testimonios, artículos y publicaciones de personas involucradas en el mundo del toro y el campo extremeño.