La Asociación Cacereña de Apicultores tiene claro que va a luchar para que los apicultores extremeños conserven su derecho a la transhumancia, una actividad indispensable para la elaboración de la miel y que se está volviendo difícil en determinadas zonas de Castilla y León, que ponen barreras a los foráneos.

Lo explica Paulino Marcos, presidente de la Asociación y responsable de COAG Apícola Extremadura, que recuerda que la miel es uno de los sectores más importantes para la economía local de Las Hurdes.

"Algunos municipios, en especial en las provincias de Zamora, León, Palencia y Salamanca, decretan ordenanzas que impiden la transhumancia a los apicultores de fuera. Con lo cual sus apicultores sí vienen a Extremadura cuando es su época, pero nosotros no podemos ir allí cuando es nuestro momento correspondiente", lamenta Marcos.

"El 90% de las colmenas están en Extremadura ocho meses y no tienen problemas. Ahora bien nosotros vamos allí y todo son inconvenientes", agrega.

Pero ante esta situación, la Asociación ya ha empezado a poner en marcha todos los mecanismos para tomar medidas legales contra algunos de estos ayuntamientos.

Y esa es precisamente la labor de la Asociación Cacereña de Apicultores, defender los intereses del sector y ocuparse de toda la burocracia y "papeleo" que necesitan sus asociados.

En la actualidad, dicho organismo cuenta con 280 apicultores que poseen un total de 200.000 colmenas.