El alcalde de Trujillo Alberto Casero ya puede presumir de Semana Santa de Interés Turístico Regional. El Chíviri es el colofón excepcional a esa celebración. Este año el reparto de botas y la organización de corros son las novedades.

--¿Cómo se desarrolló el Chíviri del año pasado sin vidrios en la plaza? ¿Vuelve a tomarse esa medida este año?

--La evolución de una fiesta de caracter local, que es cierto que en los últimos años está tomando una gran dimensión, había derivado hacia algunos problemas por la utilización de vidrios y de enseres que ya no eran propios de la celebración de una fiesta de estas características. El pasado Chíviri ya se tomó la decisión de no permitir el uso de vidrio. La fiesta transcurrió con absoluta normalidad y este año vamos a mantener la medida. No solo porque creemos que benefició tanto por seguridad como por limpieza, sino porque la mayoría de los ciudadanos nos felicitaron por el dispositivo para el control y normal desarrollo de la fiesta.

--Hay alguna novedad en esta edición del Chíviri?

--Aparte de que se va a volver a repetir el dispositivo de accesos a la plaza Mayor, la fiesta no permite muchos cambios porque tiene elementos de tradición religiosa como pagana. Como siempre, habrá Chíviri en la madrugada del sábado al domingo de Resurrección y a las doce de la mañana del día siguiente hasta las siete de la tarde que comience el festival folclórico. Y la fiesta se repartirá por todas las calles de la ciudad. Este año el único elemento novedoso es que vamos a repartir botas para combatir la entrada de vidrio. La bota era con lo que siempre se acudía a la plaza Mayor. También se va a organizar el baile de corros en la plaza. Tenemos que pensar que acude mucha gente a la fiesta y debemos de darle cobertura a todos.

--¿Cuántos visitantes tienen previsto que acudan este año al Chíviri?

--El año pasado la contabilidad que hicimos nos arrojó un total de 23.000 personas, lo que no quiere decir que todas estén en un mismo momento en la plaza Mayor. Pero es cierto que la capacidad de la misma es bastante grande y podría redondearse hacia las 25.000 personas porque es cierto que en los últimos años la fiesta está creciendo. Incluso he leído noticias en un diario vasco donde invitaban a acudir a esta fiesta de la exaltación de la primavera que es el Chíviri en nuestra ciudad. La ocupación hotelera durante esta Semana Santa en Trujillo es cercana al 100%.

--¿Cómo fomentamos la participación popular en el Chíviri?

--Eso lo estamos haciendo a través de esa nueva organización de los corros, movilizando a los colectivos y asociaciones de la ciudad para incentivar esa participación a lo largo del año. La participación del Chíviri es una cuestión enraizada en el sentimiento trujillano y no implica que el ayuntamiento tenga que animar a que se acuda vestido o no, la gente va vestida porque le apetece. Y no es cierto que haya menos, lo que sucede es que hay más visitantes de fuera cada vez.

--¿Qué recomendación hace para quienes estos días acudan a Trujillo?

--Que disfruten de una fiesta tan tradicional como ésta, y que se mezclen con los trujillanos, bailando en los corros y bebiendo vino o comienzo hornazos y patateras. Si el tiempo nos acompaña será uno de los más importantes para nuestra ciudad.

--¿Qué se siente al tener ya una Fiesta de Interés Turístico Regional?

--Eso ha sido posible gracias al esfuerzo de la Junta de Cofradías y Hermandades Penitenciales de nuestra ciudad con la colaboración del Ayuntamiento de Trujillo. Es ésta una ciudad de 10.000 habitantes que tiene 3.000 participantes en las procesiones.

Tenemos unas imágenes de calidad excepcional así como el entorno en el que las procesiones se desarrollan. Por ejemplo, ver salir al Cristo del Perdón de la Iglesia de Santa María es una experiencia gratificante, que hace que nuestra Semana Santa tenga una singularidad propia.