--¿Cómo les afecta el proceso de Bolonia? ¿Qué créditos mínimos piden ustedes para que se pueda otorgar el título de arquitecto y ejercer como tal?

--El proceso de Bolonia, en su desarrollo actual, definía el título de arquitecto con el nivel de Grado (300 créditos). La postura que defendemos de forma unitaria todos los Colegios de Arquitectos y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, es que el único título que dé acceso a la profesión de arquitecto sea: "Título de Arquitecto con 360 créditos ECTS y nivel académico Master", y que tanto los arquitectos actualmente titulados como los que obtengan el título a través de los planes de estudio vigentes, tengan el mismo nivel académico: Master.

--El 17 de diciembre el Congreso aprobó la Ley Omnibus. ¿Están de acuerdo con esta normativa?

--Más que la propia Ley Omnibus nos preocupa el desarrollo de la misma, que debe realizarse, en lo que a nosotros nos afecta, con la redacción del Real Decreto sobre visado obligatorio y la Ley de Servicios Profesionales, que regulará la obligatoriedad de colegiación. Desde el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España haremos un seguimiento puntual de la redacción de estos nuevos textos. La postura del Colegio es que el visado y la colegiación son fundamentales como garantía para los usuarios y para la sociedad.

--El Colegio de Arquitectos es uno de los más activos. ¿Qué actividades destaca de las realizadas el último año? ¿Cuáles tienen previstas para éste?

--En la actual situación de crisis y falta de actividad de los arquitectos, que tiene una traducción directa en el Colegio, ha sido necesario redimensionar el programa de actividades. Es por ello que las actividades se están dirigiendo fundamentalmente a mantener la formación permanente de los arquitectos, labor que no podemos descuidar de ninguna forma.

--¿Cuál es a su juicio el principal problema del colectivo profesional?

--En estos momentos el principal problema del colectivo profesional es la falta de trabajo derivada de la crisis. Este problema se sitúa por encima de los problemas derivados del desarrollo legislativo al que nos hemos referido anteriormente.

--En este momento de crisis: ¿Son una solución los proyectos de obras de la Administración? ¿Cómo se adjudican estos?

--Las obras de la administración no están siendo una solución, o al menos no lo están siendo en la medida en que podrían llegar a serlo. El anterior Plan E, por ejemplo, no incluía dotación para la redacción de los proyectos, y el actual, incluyéndola, no está llegando a muchos profesionales. Algunos proyectos se realizan desde la propia administración (lo cual no es la filosofía del Plan), por lo que el efecto que tiene este Plan en las empresas constructoras no llega a los estudios de arquitectura. Y estos estudios están en una situación igual o peor que muchas constructoras.

Por otra parte, un número importante de los proyectos de la administración se adjudican por concurso, lo cual en su planteamiento puede ser correcto, pero ha derivado a un sistema en el que lo que más prima es la propuesta más barata de honorarios y no otros criterios de calidad, que a la larga son más rentables social y económicamente. A esto se une el gran esfuerzo no remunerado que hacen los arquitectos para presentarse a cualquier concurso, lo que no sucede en ninguna otra profesión: hoy es frecuente que a un concurso se presenten del orden de 100 proyectos, de los cuales 99 se tiran a la basura, porque son soluciones para un caso concreto que no tienen aprovechamiento alguno. Nos gustaría abrir un diálogo con la Administración para modificar este sistema de adjudicación de los concursos de arquitectura.