Las viviendas españolas, de media, están aseguradas un 32 % por debajo del valor que correspondería, es decir, que la suma total asegurada es inferior al valor real del bien, lo que se conoce como “infraseguro”, y que afecta a la cantidad a indemnizar en caso de siniestro.

Y es que si en la póliza el cliente declara que el valor del bien es, por ejemplo, 10, pero en verdad es superior, en caso de siniestro, la indemnización no será por el total asegurado.

Aunque el “infraseguro” puede producirse en muchos casos, las aseguradoras reconocen que suele ser más habitual en los seguros de hogar, sobre todo, en lo relativo al contenido de la vivienda.

Según datos de una compañía experta en soluciones tecnológicas del sector asegurador, Solera, cada año se producen más de seis millones de siniestros en los hogares españoles, y en dos de cada diez es necesaria la presencia del perito para valorar el daño. “Es un momento de incertidumbre para el usuario, que demanda información y orientación de manera inmediata”, dice la compañía, que añade que, de hecho, en torno al 40 % de las reclamaciones de los clientes son en la etapa inicial de la gestión del siniestro.