El sector del porcino ibérico ha recuperado la ilusión. Tras un año muy difícil, en el que se llegó a suprimir la subasta oficial de porcino ibérico en la Feria Internacional Ganadera de Zafra, los productores se sienten optimistas. Elena Diéguez, secretaria técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber) explicó ayer que la climatología, unida a la próxima publicación de la Norma de Calidad y los actuales movimientos del mercado han llenado de alegría y esperanza a los productores. La subasta prevista para el próximo día 9 saca al parqué 50 machos y 72 hembras, con ayudas de 50 y 30 euros para cada animal, respectivamente. Los primales tienen un precio de salida de 450 euros, los marranos de 350 euros, las primalas de 400 y las marranas de 300 euros. La práctica totalidad de las ganaderías procede de Extremadura.

"Estamos muy entusiasmados, con verdaderos deseos de tener un cierre de feria como corresponde, en el que el ganadero que participa tenga una satisfacción, y los técnicos pensemos que nuestro esfuerzo no es en balde", indica Elena Diéguez.

Otra buena noticia es que por primera vez tras más de medio siglo de concurso morfológico, los medios están interesándose por la selección de la raza, y queriendo saber cómo se transmite y cómo se prepara el ganado para una edición de la Feria de Zafra. "Eso significa que lo que hemos hecho hasta ahora está dando sus pequeños frutos", añade la secretaria técnica de Aeceriber.

Diéguez añade que en el cerdo ibérico hay dos productos estrella: el lechón y el cerdo cebado, puro o cruzado. Al ganadero le interesa que el lechón alcance cuanto antes su peso de venta. En el cerdo cebado, el jamón la paleta y el lomo son lo más importante. Los procesos de mejora persiguen, conservando la calidad de carne del cerdo ibérico, mejorar los animales para que tengan más jamón, más paleta y más lomo.

"LAS COSAS BIEN HECHAS" En la entrega de premios del concurso, la vicepresidenta del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente, recordó las palabras del ministro de Agricultura cuando, hablando de la Norma de Calidad, dijo que ésta debía llamar las cosas por su nombre. "Dos años después se ha demostrado que no eran palabras vacías", dijo. También quiso recordar las cosas que a su juicio se han hecho bien en el sector como la apuesta por la calidad sin dejar a tradición. "Ahora --concluyó la vicepresidenta del Gobierno de Extremadura-- hay que ajustar la producción a la demanda real del mercado".